Engaño disimulado

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Enid Sinclair cuando llegó a estudiar a la Academia Nevermore no tenía intenciones de encontrar una pareja en un hombre lobo como insistió su madre, ella solo quería olvidarse de todo ese maltrato psicológico y disfrutar de sus años de preparatoria, por esos se inscribió a un montón de talleres y creó un blog para desahogarse y encontrar algún tipo de consuelo.

Consiguió su cometido, y siempre se encontraba rodeada de personas que le dedicaban atención, a su vez, siempre estaba atenta a cualquier rumor que podría circular entre las distintas clases de marginados, así fue cómo la finalidad de su blog cambió el rumbo; publicaba casi diariamente algún chisme.

Enid estaba satisfecha con la forma que su vida estudiantil transcurría, tenía una habitación para ella sola, encontró una buena amistad en Yoko, que según algunos compañeros llevaba décadas en la Academia, un dato que aún no podría comprobar, sin embargo, había algo que sentía que faltaba y que veía en sus series o películas.

No Enid, pensó para detener su tren de pensamientos acerca del amor adolescente.

— ¿Por qué no? — Se preguntó en voz alta, mientras estaba descansando después de ensayar unos pasos que se le dificultaron en la rutina de baile, mientras se apoyaba en su ventanal circular multicolor.

La época de invierno ya se percibía en el aire, pero a ella no le afectaba el frío, al contrario sucedía con las habladurías de los Furs, porque todavía no podía transformarse en un lobo o que aún no tuviera una compañera de habitación, situación que cambiaría en unos días.

La noche anterior a la llegada de aquella estudiante que llenaría el vacío de la otra mitad de la habitación, la tenía en un estado de ansiedad, se imaginó que tipo de "marginada" sería o si tendrían las mismas aficiones.

— Espero que nos llevemos bien — Enid apagó su lámpara y se durmió.

Al día siguiente solo tuvo clase hasta el mediodía, porque tenía la autorización de la directora para recibir a su compañera de habitación, sin embargo, no le dijo la hora exacta, así que ella no se cambió su uniforme y decidió gastar ese tiempo mirando algunos videos.

Escuchó los pasos de varias personas acercarse a su habitación, se preparó mentalmente y lo demás lo dejó al destino.

La presentación de su compañera fue todo lo contrario a lo que se imaginó, pero eso no disminuyó sus ánimos e hizo todo el tour por la academia tal como lo planeó el día antes.

Enid sintió que había algo en su nueva roomie, todo el mundo le decía que tenía vibras de asesina, nunca creyó eso, solo pensó que era tímida.

Enid respetó la distancia física con su compañera y adulaba su sarcasmo, algo imposible de percibir en un primer momento, pero a medida que iban conviviendo, Enid fue capaz de leer algunas señales.

La vida sentimental era otro asunto muy distinto para Enid siempre pensó que las sutilezas servirían para invitar a Ajax, pero se equivocó rotundamente, esta vez tendría que decirle directamente que desea tener una cita con él, porque realmente le parece lindo, pero algo despistado, además también tenía otra razón.

La primera cita fue un desastre, sin embargo, Enid no se daría por vencida, porque la segunda razón estaba superado a la primera y ella no quería lidiar con ese sentimiento que tuvo la primera vez que vio a Wednesday y para aminorar esa urgente sensación, tuvo que abrazarla, pero fue rechazada totalmente.

—Por eso yo... — Enid nunca podría confesarle a Wednesday que le gustaba, por eso decidió esconder ese sentimiento y se obligó a sentirse atraída a Ajax.

Las variadas citas no cambiaron los sentimientos de Enid hacia Wednesday, sino que siempre tenían el efecto contrario, porque Enid se alejaba rápidamente de Ajax, después que terminaban su beso, porque en su mente ella siempre estaba besando a Wednesday.

xXx  

Día 9: Infidelidad

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