Elemento Singular

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Enid Sinclair selló la tercera caja de cartón, significaba que finalizó de empacar, una tarea que pospuso durante tres días, después de concluir su tercer semestre en la universidad. La razón no era por falta de tiempo, sino que sus ánimos le impedían todavía pensar con claridad y mudarse significaba perder toda esperanza.

— Supongo que esto es todo — Enid se sentó en el frío suelo de madera y exhaló profundamente. Aquella afirmación no solo hace referencia a la tarea que demoró más de 3 horas, sino que aún tenía una pequeña ilusión acerca de la mujer que amaba. Su relación romántica se terminó hace dos semanas y ella todavía albergaba la posibilidad de un posible reencuentro, sin embargo, cada vez que revisaba su celular, no obtenía ninguna respuesta a su último mensaje.

Enid tuvo que inspirar con fuerza y levantarse rápidamente, se prometió no volver a llorar.

—Las lágrimas no solucionan nada... — Enid recordó una de las múltiples frases reconfortantes de su novia cada vez que fallaba en algo, esa siempre era la reacción natural de Enid y Wednesday la consolaba casi siempre de la misma forma, a veces también estaban involucrados los abrazos.

Miró la hora en su reloj, en media hora más el camión de mudanza estaría en su pequeño apartamento, la persona que convivía con ella, se marchó hace 13 días.

Enid dio una última revisión al espacio que significó tanto para ella, se imaginó que estaría en este lugar hasta que se graduara, pero eso sería imposible, necesitaba salir de ahí, los recuerdos la perseguían durante las horas de insomnio.

Su dormitorio fue el último lugar que visitó. Caminó hasta el armario y lo abrió de par en par, en una esquina quedó un objeto olvidado que no le pertenecía. Sin resistirse y rememorando viejos recuerdos, Enid agarró la pieza de vestir y la abrazó, las lágrimas prontamente se deslizaban por sus mejillas, esta vez no detendría esa abrumadora sensación. Segundos más tarde hundió su nariz e inspiró el aroma que todavía estaba impregnado en la sudadera negra.

— Wends.. — Susurró Enid evocando la imagen de de su novia y las ocasiones en que llevaba puesta ese artículo de vestir.

Minutos más tarde, Enid se limpió las lágrimas y respiró profundamente, sintió un pequeño alivio, vio nuevamente la hora, en menos de 10 minutos abandonaría aquel lugar para siempre.

—¿Qué haré con esto?— Enid preguntó en voz alta mientras observaba la sudadera. Sabía que solo tenía dos opciones y ella escogió la que parecía correcta.

Caminó rápidamente hasta el lugar donde estaban las cajas y su bolso, lo abrió y guardó ese objeto tan preciado para ella.

—Todavía no puedo deshacerme de ti—Enid deseaba creer que era una señal para una posible reconciliación, pero conocía demasiado bien a su ex novia que si tomaba una decisión, nada la haría cambiar de parecer.

Enid desconocía que en uno de los bolsillos de la sudadera había un pequeño objeto, que pertenecía a Wednesday, un anillo de oro, que simbolizaba la ilusión de estar juntas, un regalo que se hicieron cuando cumplieron un año de noviazgo. 


xXx

Día 17: Objetos Personales 


Angstruary 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora