Falsedades Imprudentes

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Enid Sinclair está conversando animadamente con su amiga Yoko Tanaka acerca del último rumor que ronda por la academia acerca de la aparición de una extraña flor.

— Por cierto, cachorro, ¿cuándo le dirás a tu roomie lo que sientes por ella?— Yoko cambió drásticamente el tema de conversación solo porque ella estaba mirando hacia la puerta y vio entrar a Wednesday Addams, quien detuvo su caminar.

—Te he dicho un montón de veces que Wends es solo mi amiga, no me gusta en ese sentido— Enid tenía su vista hacia la ventana circular. Gracias a su audición mejorada después de sus sucesivas transformaciones en lobo, sabía que su compañera de habitación estaba ahí. Le dio esa respuesta a Yoko porque aún no estaba preparada para confesarse y no deseaba arruinar su amistad.

Wednesday cierra con brusquedad la puerta. Enid se sobresalta y Yoko se mantiene inmutable.

— ¡Ey Addams! — Yoko agrega una seña con su mano, Wednesday solo las mira y camina hasta su cama. Enid y Yoko solo se encogen de hombros, sin entender completamente su reacción.

—Suerte.—Yoko murmura cuando camina cerca de Enid antes de abandonar la habitación.

—¿Cómo va la producción de miel?— Enid pregunta casualmente, en un intento de aligerar el tenso ambiente.

—Bien—Wednesday responde sin agregar más detalles, no desea conversar con su amiga, porque no quiere que su enojo se proyecte hacia su amor secreto por escuchar aquellas palabras. Enid conociéndola mejor que nadie, acepta esa simple respuesta.

Las dos compañeras de habitación no volvieron a hablar durante todo ese tiempo. Wednesday extendió su hora de escritura y Enid volvió cerca del toque de queda. Ella fue a discutir con Yoko el motivo de preguntarle acerca de sus sentimientos cuando ella ya le ha dicho varias veces que está enamorada de Wednesday.

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Wednesday es la primera en levantarse, como es costumbre. Ella mira a Enid que todavía duerme y entra al bañarse con agua fría como una forma de despejar su mente.

Vestida con su uniforme, Wednesday vuelve a mirar a Enid quien no se ha movido durante esos minutos. Sigue caminando hasta su cama, recoge su mochila y sale de la habitación. Todavía no está preparada para hablar con ella y debe atender un asunto importante antes de su primera clase.

Wednesday baja las escaleras del Ophelia Hall con calma, atravesando el patio pentagonal hacia los terrenos cerca del club de apicultura. Sabía que nadie estaría cerca. Sacó de su mochila un par de cerillas y un sobre, dejándolos en la tierra, Wednesday juntó un poco de césped seco y algunos trozos de madera y los encendió.

Wednesday leyó por última vez el poema que creó para Enid, expresando sus sentimientos y una pregunta que nunca sería respondida positivamente.

—Nunca seré una experta en leer las señales que me envió Enid— Wednesday recuerda de todos esos pequeños gestos, caricias o las palabras que le dedicaba su compañera de habitación cuando estaban a solas.

El papel con la impecable caligrafía de Wednesday se convirtió rápidamente en cenizas.


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Día 27: Mentiras 

Angstruary 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora