Derrumbe Vital

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Enid tenía algunas sospechas acerca de la salud de su novia desde hace algunas semanas, cuando comenzaron con los preparativos de la boda. Le atribuyó esos malestares a que Wednesday se estresaba con facilidad acerca de los detalles. Algunos pensaban que no quería llevar a cabo la ceremonia, pero Enid sabía que eso no era, porque solo pensaba en consagrar su amor en una boda, porque ella fue la que siempre soñaba con ese gran día, en cambio Wednesday quería que fuera lo más sencilla posible y Enid quería recordar ese día como uno de los mejores de su vida.

Ahora cuando ya quedaba tan solo una semana para su matrimonio, Enid se fijó que su prometida bajó de peso, su rostro lucía aún más cansado de lo normal y su trabajo no era la causa de aquello. Enid le hizo saber su preocupación respecto, sin embargo, Wednesday siempre le restó importancia.

Los preparativos seguían estando a cargo de Enid, porque Wednesday pasaba la mayor parte de sus días acostada y cómo estaba de vacaciones, no tenía ninguna otra preocupación, con excepción del gran día.

La fecha pactada por ambas para su matrimonio llegó, la noche anterior Enid no pudo dormir debido a su nerviosismo. Wednesday en cambio, descansó mejor que otros días, eso alivió a Enid que la observó durante casi toda la madrugada, gracias a la luz que se filtraba por la ventana de su dormitorio.

El reloj despertador sonó puntualmente a las 7 a.m, su matrimonio se llevaría a cabo al mediodía. Enid le dio un beso en la frente a su futura esposa y se levantó silenciosamente. Volvió una hora después y Wednesday aún seguía durmiendo. Enid se acercó para despertarla al estilo princesa. Creyendo que volvería a ver esos intensos ojos marrones, se llevó una desagradable sorpresa, Wednesday seguía durmiendo.

— Wends, no es gracioso... — Movió su hombro ligeramente, tampoco deseaba despertarla con brusquedad. Wednesday no reaccionaba de ninguna forma.

Enid agarró su muñeca izquierda y contó las pulsaciones, parecían normal, aun así, prefirió hacer la llamada a la ambulancia. Olvidándose por ahora de su gran día, se preparó para acompañarla hasta el hospital.

Los paramédicos revisaron sus signos vitales y la subieron a la camilla para llevarla hasta el centro hospitalario. Enid iba con ella en la ambulancia.

Las siguientes horas fueron un total caos, recibió llamadas de su amiga Yoko, de Morticia y de algunos otros invitados a la boda, la que se suspendió debido al estado de salud de la otra novia.

— Familiar de Wednesday Addams — Gritó el médico a la sala de espera. Enid sin perder un segundo se acercó al médico.

El médico le informó del estado en general y de todas las pruebas y exámenes que le harían a su prometida durante esas primeras 24 horas. Enid solo escuchó la última parte.

— Está en coma — Enid solo asintió con la cabeza cuando el médico se despidió. Su teléfono sonó, sabía quién la estaba llamando, Morticia Addams, aun no sabía cómo le daría la noticia. Intentando no llorar contestó la llamada.

—Querida Enid, es verdad lo que está escrito en el mensaje de esta mañana.

—Sí, yo... estoy en el hospital... hablé con el médico... le harán a Wends un montón de exámenes no saben qué es lo que tiene... solo me dijo que está en coma.

Morticia tardó en responder — Estaré lo más pronto posible contigo — Enid se despidió y se fue a sentar en la sala de espera. No quiso revisar más su teléfono, solo miraba su reloj pensando en que solo en un par de horas sería la mujer más feliz del mundo, sin embargo, está en el hospital con su prometida en una condición de salud desconocida.

Morticia le apretó ligeramente el hombro en modo de saludo y Enid le dio un fuerte abrazo. No había palabras de consuelo, solo esperar las noticias del médico.

Un par de horas más tarde el médico les informó que debían dar su autorización para un scanner, sospechaban un accidente vascular como causa de su estado comatoso. Morticia firmó de inmediato, Enid sabía que legalmente ella no tenía derecho sobre la salud de su prometida.

Las horas fluían lentamente para ellas, las dos no se movieron de su lugar, Gomez aún no llegaba porque estaba ocupado con la cancelación del matrimonio y Pugsley se quedó acompañando a su padre. Enid pidió a sus amigos que no vinieran al hospital, ella se comunicaría a través de mensajes.

El médico apareció para comunicarles el resultado del scanner y confirmó el accidente cerebral, además de un tumor que se alojaba en una zona inoperable. Les dio alternativas de tratamiento y en última instancia retirar el soporte que la mantenía con vida. Lo que ambas rechazaron.

Los amigos y familiares conocieron la devastadora noticia, todos intentaban alentarla con la posibilidad que Wednesday se despertara, pero a medida que los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, hasta que finalmente los años confirmaron que Wednesday jamás volvería a despertar.

Enid todos los días estaba en el hospital, los primeros meses se quedaba a dormir en la cama que estaba al lado de Wednesday cuando salió de la unidad de cuidados intensivos y la trasladaron a una habitación privada. La familia Addams siempre fue un pilar de apoyo en ese tiempo, sin embargo, solo quedaba el hermano de Wednesday, el cual por trabajo vivía en otro estado, una o dos veces al año visitaba a su hermana.

Los amigos fueron despareciendo y Enid lo entendía, ellos podían seguir con sus vidas, ella se había congelado en el día de su boda, hace 20 años.

Sabía que el personal del hospital murmuraba por la condición lamentable de su prometida y la llamaban la bella durmiente. Enid se rio con tristeza, la había besado todos los días con la esperanza de que ese cuento infantil se hiciera realidad, siempre falló.

Enid vivió hasta los 80 años y por el amor que le profesó a Wednesday, ella tenía su tumba en el cementerio familiar.

El primer día de la ausencia de Enid, ocurrió un breve milagro del cual nadie fue testigo. Wednesday abrió los ojos, solo para ver al espíritu de Enid que la venía a buscar. 

xXx

Día 2: Hospital

Angstruary 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora