Capítulo Tres

114 9 0
                                    

- Ella era una zorra aprovechada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Ella era una zorra aprovechada.

- ¡RYOMEN! – La molestia se presentó en su entonación haciéndolo presente en su disgusto notorio con la declaración de su hijo quien bufo rodando a su vez los ojos en protesta negativa a su regaño, ignorando lo recién dicho por su mayor para encarar a su hermano de frente y proseguir con su relato. – Ella salió con él por dinero, cuando lo obtuvo se trató de largar llevándonos a ambos con ella cosa que le salió mal, después de años de desaparecida, volvió rogándole a él por su ayuda cuando ella cayo en el hospital, y ahora volvió para dejarnos a su estúpido hijo.

- ¡YA BASTA! – Exclamo el mayor dando un golpe fuerte en la mesa provocando que el refresco de los vasos vaciara su contenido en la mesa creando un desorden, el adolescente mayor se levantó para después salir corriendo hacia su habitación siendo seguido por su padre discutiendo en el camino por sus acciones, Yuuji quedo solo en la cocina con sus ojos ligeramente brillos queriendo llorar, él no era tonto, bueno, no del todo, él recordaba muchas cosas de su madre, las veces en que salía de noche dejándolo "dormido" mientras ella salía con alguien que traía un hermoso Lamborghini griseo oscuro mate, no era mala madre, le daba lo que necesitaba pero jamás estuvo ahí.

Se levanto de su asiento tomando la caja de pizza evitando que su interior se empapara con la bebida esparcida por la mayor parte del área de la mesa, la coloco en la barra que había en la cocina para después tomar vasos y platos vaciando su contenido dejándolos en el lavadero, donde había aún más trastes sucios. Suspiro recargándose en el fregadero tratando de controlar sus sentimientos que retenía en su interior, "¿Por qué?" se cuestionó por el comportamiento tan infantil que estaba tomando su consanguíneo en torno al tema de su madre, pero prefirió justificarse en que seguramente era a causa de acciones que su progenitora hizo en el pasado y que él tendría que descubrir en el proceso.

Tomo en mano un trapo que encontró con el cual se acercó al mueble central de la habitación limpiando los restos que se encontraban en está teniendo de fondo los constantes gritos de sus familiares incomodando lo un poco hasta que el fuerte estruendo de una puerta cerrándose fue lo que finalizo la discusión, cuando se acercó al lavabo a limpiar los restos que tenía el paño unos pasos se escucharon en la entrada del lugar, no tuvo que voltear para saber quién era. – Veo que... ya limpiaste, yo, lamento eso.

- Descuide, no tiene que disculparse, quien debería hacerlo es mi.... Hermano. – Pronunció con obviedad cosa que el otro solo asintió dando le la razón, el mayor se encamino a la mesa donde se sentó a esperar al contrario quien al terminar su labor capto el mensaje del adulto por lo que sin dar muchas vueltas al asunto, se colocó a su lado. – Retomando nuestra conversación, en parte Ryomen dijo la verdad, es decir, salí con ella y los tuvimos a ustedes, cuando tenían dos años decidió terminar conmigo pero no me negué, trato de llevarse a ambos una noche pero al final solo te llevo a ti, en varias ocasiones se apareció pidiendo dinero cosa que Ryomen recuerda... Supongo que de ahí proviene su odio, lo que él no sabe es que falleció hace unos años, así que te pido por mi parte que nos disculpes, se supone que debía ser una cena y resulto un desastre.

VehementeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora