Donde Suguru Geto no tenia idea de que su fragil e inocente vecina era la sexy estrella porno con la que se masturbaba a diario.
-Dejame ayudarte...esto no es normal.
-Claro que es normal Suguru mi padre me lo dijo.
M-muchas gracias a SnakeGrand! – Chillo la jovencita mientras trataba de contener las lagrimas en sus ojitos.
Suguru movía su mano rápidamente sobre su polla gorda y dura, decidido a llegar junto a la mujer en la pantalla.
Talvez todo eso era culpa del indecente Satoru Gojo que también se jalaba la polla mirando a esa mujer.
Algo que según el alvino era mucho mas seguro excitante y sano que estar con prostitutas como solía hacerlo Suguru.
Pero si de un buen coño se trataba Suguru jamás diría que no, ¿pero y si habia encontrado el mejor?.
Candylov la Streamer sexual mas grande del momento estaba haciendo un video que conectaba sus donaciones a su vibrador cosa que podria bajar o subir la intensidad.
Estaba de mas decir que los pervertidos ya tenían a la pobre chica mas dos horas jugando con su orgasmo.
Pero eso no era un real problema para Suguru, quien gruñía cual animal salvaje.
Estaba tan mareado por esta mujer que solo podria ser ella su medicina.
-m-me vengo c-chicos ¡ohh d-dios! Si,si,si ¡que rico! -sollozo la mujer dejándose caer en su cama con las piernas temblorosas mirando a la pantalla completamente atontada.
-yo también me vengo dulzura – gruño Suguru manchando la linda “cara” de la mujer su mano y su pantalla en un gruñido bestial.
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