Shipeo
Continuidad: Prime
Megatron juraría que no se había sentido también en siglos como se estaba sintiendo ahora, admitía que no existía un mejor sonido que los gemidos de su amante bajo él, le encantaba la forma en que sus cuerpos encajaban como si hubieran sido hechos el uno para el otro.
Como los servos se aferraban a su espalda dejando rasguños en su pintura que tendría que pulir después, pero por el momento no le importaba de hecho no había nada que le preocupara, tan solo verlo desmoronarse debajo de él era más que suficiente para satisfacerlo.
—Me... Megatronus... por... favor ¡Aah!
Como le encantaba que suplicara, que fuera tan dócil de someter, que su cuerpo se estremeciera por su toque, adoraba la forma en que su puerto se sentía alrededor de cable con las piernas de su amado alrededor de su cintura instándolo a no detenerse y los gemidos volviéndose gritos por la intensidad de sus embestidas.
Lo que daría para que algún miembro del antiguo consejo o de los autobots que tanto lo desafiaron fueran testigos de cómo él gran Optimus prime se deshacía por la dura interfaz que le estaba dando.
Ese pensamiento lo lleno de molestia, molestia que había aprendido a controlar si bien era el cuerpo de su peor enemigo aquel que tantas veces intento matar, también era la chispa de su más grande amor del cual trataron de separarlo nombrándolo Prime, pero que Primus le devolvió.
Quien ahora se encontraba gimiendo bajo él ya no era aquel estoico líder, era el amable archivista que se había abierto camino a su chispa, aquel que lo amaba sin importar el energon que manchaba sus servos.
Optimus o mejor dicho Orion echo la cabeza hacia atrás producto del placer que estaba experimentando, Megatron aprovecho para mordisquear los cables de su cuello mientras aumentaba la velocidad de sus embestidas haciéndolo ver estrellas.
Megatron no pensaba en otra cosa que no fuera la deliciosa humedad en la válvula de su amante, en como tomaba su cable tan bien, en como lo veían esos ópticos azules cargados de geniudo deseo y lujuria ansiosos de ser llevado al paraíso de la sobrecarga y después de todo quien era él para negársela.
Orion nunca se quejó de la rudeza a la hora de la interfaz, por el contrario, cedió a cada uno de los caprichos de Megatronus, por lo que disfruto cuando este aparto una de sus piernas y la coloco sobre su hombros haciendo más profundas las embestidas.
—Megs... yo... estoy...
—Sobrecarga para mi —respondió con tono autoritario.
Orion no discutió con él, bastando pocas embestidas más para hacerlo alcanzar la sobrecarga, acompañado de un fuerte gemido, poco después Megatron también lo hizo tumbándose a su lado mientras la respiración de ambos se tranquilizaba.
—¿te encuentras bien Megatronus? —dijo Orión acomodando su cabeza en el pecho del gladiador.
—Sí, lamento si fui muy rudo amor —respondió acariciando las antenas que sobresalían.
—Está bien, siempre lo fuiste es algo que he disfrutado, pero te conozco Megs sé que algo que te perturba —cuestionó dejando que sus dedos vagaran por el pecho de su amado.
—No es nada de lo que debas preocuparte, solo pensamientos. —Orion se apartó, mirándolo con duda.
—¿Sobre qué? —Megatron le sonrió para tranquilizarlo, pero Orion no pareció creerle.
—Sobre nosotros y todo lo que hemos logrado juntos en estos años —confeso acariciándole la mejilla.
La realidad era que Cybertron fue reconstruido todo gracias a las llaves omega, volviendo a ser un planeta abundante y lleno de vida, las nuevas generaciones gozaban de paz y prosperidad, sin rastro alguno de la guerra, pero todo eso había tenido un costo.
Durante la lucha contra Unicron Optimus perdió la memoria, Megatron se aprovechó de esto convenciéndolo de que su antigua relación aun persistía, gracias a esto un Orion codifico todas las coordenadas que llevaron a los decepticons a la ubicación de las distintas llaves.
Los decepticons reconstruyeron Cybertron, Megatron se autonombro líder junto a su ahora conjux endura Orion y todo fue perfecto, excepto por los autobots que si recordaban quien era el verdadero Orion e hicieron hasta lo imposible para que Orion recuperara la memoria, para su desgracia la mayoría fracaso.
La influencia de Orion ablando la chispa del ex gladiador, pues el lugar de extinguir la chispa de aquellos que lo desafiaban decidió hacerlos prisioneros en el planeta que tanto protegieron abandonándolos en la tierra sin posibilidades de regresar a Cybertron y con ellos la única forma de que Orion volviera a ser un Prime.
—Eso no debería de preocuparte —respondió Orion con una media sonrisa —. Cada años siempre te pones así cuando se acerca nuestro aniversario, estoy muy seguro que se debe a una mentira que nunca me dirás, y la verdad no entiendo la razón para ocultármela te garantizo que no dejaría de amarte sin importar lo que fuera —insistió con elocuencia.
Megatron le devolvió la sonrisa, si Orion supiera realmente todo lo que cambiaría si él decía la verdad a lo mejor no pensaría lo mismo o tal vez tuviera razón y nada cambiaria, sin embargo, Megatron nunca correría ese riesgo.
—Es solo, que me cuesta creer que estemos juntos después de tantos ciclos. —Megatron sabía que Orion no creyó la mentira, pero tampoco insistió en más respuestas.
Recostándose de nuevo sobre el pecho de su amado ambos cerraron los ópticos dejando que Primus los arrastrara a una reparadora recarga después de tanta emoción.
En esa extraña relación que ambos tenían era Megatron quien tenia el control o por lo menos eso era lo que pensaba, Orion no era tonto y conocía lo suficiente al gladiador para saber cuando era honesto y cuando no, la reacción que tenían los decepticons cuando él se acercaba lo incito a sospechar.
Dichas sospechas lo llevaron con los autobots, esa era la verdad él gran Optimus Prime había recuperado su memoria mucho antes de la reconstrucción de Cybertron, pero decidido a ponerle fin a la guerra de una forma pacifica fingió seguir siendo Orion.
Convenció a Megatron de no atacar humanos ni mucho menos hacerle algo a los autobots usando el pretexto de aprisionarlos en la tierra, algo con lo cual la mayoría estuvo de acuerdo cediendo a la propuesta de Orión.
Por otro lado, los autobots también cedieron a vivir en la tierra, después ya lo estaban haciendo, aunque ahora tendrían la ventaja de ya no estar en guerra y ser atacados por decepticons, pero sobre todo tendrían la paz de saber que Optimus mantendría su liderazgo en Cybertron, aunque lo hiciera bajo el nombre de Orion.
Con el pasar de los años Optimus creyó que Megatron se cansaría de aquella mentira y le confesaría la verdad para que él también pudiera corresponderle con la misma honestidad, sin embargo, nunca lo hizo a lo mejor era por que temía la reacción de Orion de ser ese el caso Optimus estaba en la misma situación.
Por eso mismo ambos callaron su verdad, siendo felices en la mentira del otro, viendo el renacer de un nuevo Cybertron y la prosperidad del mismo sabiendo que todo lo malo fue dejado atrás, después de todo cuando la ignorancia daba felicidad no tenia caso tratar de ser sabios.
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Ok admito que me puse loca con este capítulo xd.
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Especial San valentín de Shipeos 2023
Fanfictioncolección de relatos cortos con ship y parejas oficiales del canon de transformers con temática de San Valentín.