¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las cosas se habían vuelto difíciles, por mucho que ella quisiera hacerse la fuerte era imposible. Megatron los derroto, Optimus posiblemente estaba muerto y todos sus compañeros estaban dispersos sin poder contactarse mientras eran cazados por los decepticons en conclusión estaban totalmente jodidos.
Ella había vivido una guerra, recordaba a los dos compañeros que perdió a manos del enemigo, las incontables batallas en la que participo y ahora le había puesto un cierto cariño a este planeta orgánico que podía llamar hogar.
Se pregunto que era de sus compañeros, Bumblebee y Raf eran inteligentes mientras estuvieran juntos estarían, Bulkhead y Miko eran fuertes podrían sobrevivir y escapar en caso de ser atrapados solo esperaba que Ratchet estuviera bien, pues durante todo este tiempo se convirtió en un gran amigo.
Quería sr fuerte después de todo era una guerrera, un soldado nacida y hecha para la guerra, pero ya no podía seguir fingiendo, esto la superaba todos esos pensamientos era solo una mentira de su procesador para alejarla de la horrible verdad, que era la derrota, perdieron la guerra con ella su líder y sus compañeros.
—Arcee.
Megatron gano, no había forma que Optimus pudiera escapar antes de la explosión, sin su líder que caso tenia tratar de luchar, que caso tenia resistir a los decepticons, quien era ella para pelear o más bien que podría hacer ella en contra del responsable de la caída del ultimo de los Primes.
—Arcee, ¿Estas bien?
Ella era débil; lo sabia desde que no pudo vengar a Tailgate y ahora no podría proteger a los que tanto la apoyaron. Optimus amaba a los humanos y ella le fallo al tratar de protegerlos no era digan de haber luchado a su lado, había fallado y nunca podría pedirle perdón.
—¡Arcee! ¿Qué tienes? —grito Jack parado frente a ella.
Levanto la vista al notarlo, no se dio cuenta de su llegada, pero noto la expresión de preocupación que tenía; y fue entonces que se dio cuenta que había estado llorando. Sus parpados estaban húmedo y el lubricante ya había resbalado por sus mejillas le dolió que Jack la viera en ese estado tan vulnerable cuando se suponía ella era su guardiana.
—No es nada, ¿Qué tal te fue? —pregunto, cambiando rápidamente el tema.
Él chico arqueo una ceja al ver la reacción de la femme, se limpió las lágrimas y aparto la mirada evadiendo la razón de su llanto, pero Jack no era un niño y conocía el sentimiento de impotencia que Arcee tenía, sin embargo, él sabia que dejarla sufrir solo lo empeoraría.
—Arcee, no cambies el tema ¿Qué tienes? Y no te atrevas a decirme que nada, porque estabas llorando cuando llegue —respondió, sin perder la expresión de preocupación.