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Cuando los maximales llegaron a la tierra, fue mucho antes que cualquier humano existiera, tanto que radiación que esta emitía los obligo a escanear modos bestias para poder adaptarse, estos modos alternos los volvieron tecno orgánicos, pero también haciendo que tuvieran instintos animales.
Cada uno de ellos lo sobrellevo de diferente modo, mientras que Rhinox lo volvía loco la comida orgánica, Primal disfrutaba de escalar árboles, por su parte Tigreton prefería la soledad de las montañas, aunque siempre estaría atento a las misiones del grupo.
Rhinox como el científico que era había analizado las diferentes consecuencias de sus nuevos modos, descubriendo algo que lo tomo por sorpresa, con sus nuevas habilidades también venían efectos secundarios no deseados entre ellos la etapa de celo o calor.
Si bien esto pudo ser bastante incómodo para la mayoría, Rhinox también encontró la forma de suprimirlo, lastimosamente no funcionó también para todos. La pobre Airazor fue el único caso en que no funcionó el tratamiento, por lo cual se vio obligada a soportar por su cuenta su etapa de calor.
Algunos de sus compañeros se ofrecieron para ayudarla, pero ella se negó objetando que se sentía cómoda puesto que los estaría obligando a ser algo que ellos no deseaban hacer.
Airazor decidió pasar las etapas aislada en una cueva en las montañas, apagando todo contacto con la base para no arriesgarse a ser encontrada por los predacons de esa forma logro pasar la mayoría de sus etapas sin mucha dificultad, pero Rhinox sospechaba que ella sufría durante estos procesos.
Su lado paterno se preocupaba por ella puesto que la veía como su propia sparkling por esa razón decidió enviar a un maximal para protegerla en caso de que los predacons la encontraran en un momento de vulnerabilidad y se aprovecharan de eso.
El primero en ir fue Primal, quien a pesar de seguirla sin que ella se diera cuenta, pudo confirmar la agonía que su compañera sufría, de nuevo ellos se ofrecieron ayudarla y de nuevo ella se negó.
Aun así, Rhinox era incapaz de no preocuparse por lo que de nuevo envió un maximal para seguirla uno del que estaba seguro tenía una relación más cercana con la femme y tal vez, solo tal vez el tuviera éxito donde ellos habían fallado.
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Tigreton la siguió desde una distancia segura, aunque él mismo no sabia la razón, Rhinox había sido vago sobre la información de la misión más que asegurarse de no perder su rastro, evitando que ella sepa que la estaba siguiendo, pero le parecía bastante confuso. Fue cauteloso al hacerlo, pero había cometido el error de subestimar a la femme.
—¿Qué haces aquí?
Tigreton se detuvo en seco cuando la voz de Airazor lo sorprendió por detrás, dándose la vuelta la encontró con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre su pecho.
