Jazz x Marissa

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Shipeo

Continuidad: comics dreamwave 

Las cosas habían salido mejor de lo pensado, en lo que cabía la palabra. Habían logrado vencer a Bombshell liberando a los esclavos y detener a los clones, sin embargó Jazz lamento las pérdidas humanas que ocurrieron para obtener esa victoria.

Por lo cual pidió a sus compañeros autobots que no lo molestaran una vez se encerró en la pequeña habitación que EDC le había asignado, pero obviamente Marissa no era una autobots y mucho menos dejaría que el pobre robots se culpara de algo así.

Ignorando todo buen juicio y a pesar de saber lo mal que estaría la situación si algunos de sus superiores se enteraban de lo que había hecho, fue a buscarlo para convencerlo que nada habría podido hacer para evitarlo y que no era su culpa.

—Lamento interrumpir, pero tenemos una conversación pendiente —dijo una vez atravesó la puerta.

Jazz estaba en una esquina al parecer entretenido leyendo una D-pads, pero levanto la mirada cuando ella llegó y aunque al inició pareció sorprendido por la presencia de la mujer rápidamente le sonrió.

—Marrisa, no te esperaba ¿a que conversación te refieres? —Marissa también le devolvió la sonrisa.

—Bueno lo principal seria ¿Cómo te sientes? —Ella tenia otra conversación, pero quería que Jazz estuviera bien antes de abordarla.

—Yo... no se a que quieres llegar. —La sonrisa se borro del rostro de Jazz mientras trataba de evitar el tema.

—Jazz, se que no hemos convivido mucho tiempo juntos, pero si el suficiente para saber que estas mal —dijo comprensivamente —. Te sientes culpable por lo que paso con la Night Force, pero no deberías —agregó dando unos pasos más cerca de él.

—¿Enserio lo piensas? Ellos eran tu equipo y si tan solo yo hubiera diseñado otra estrategia a lo mejor...

—Jazz, no. —Lo interrumpió —. Nada de lo que ambos hubiéramos podido hacer evitaría la tragedia, no teníamos idea que esos insecticons nos atacarían, no fue culpa de ambos y te pido... no te ordenó que no te sientas culpable —añadió con seriedad.

Jazz estaba triste, si era cierto que se sentía culpable, per las palabras de Marissa acompañadas de la expresión que tenia lo disipo, en realidad le parecía graciosos ver a la pequeña humana darle ordenes a él quien podría aplastarla con total facilidad y aquel pensamiento lo hizo reír.

Toda la tensión de antes desapareció cuando él empezó a reírse y su risa hizo que ella también se carcajeara, pero luego el otro tema de conversación apareció en su cabeza volviendo a ponerse seria.

—¿Pasa algo más? —pregunto Jazz notando el cambio en Marissa.

—Sí, yo quería hablar de algo más, ahora que te sientes mejor, si lo permites claro esta —respondió con repentino nerviosismo.

A Jazz le pareció un tanto tierno el nerviosismo de la humana, incluso cuando ya tenia una cierta idea de lo que ella quería hablar, por lo cual asintió para que continuara.

—En estos días que hemos convivido debo reconocer que ustedes los cybertronianos no son lo que me imagine —empezó jugueteando con sus dedos.

—Te creo, la mayoría de ustedes piensan que somos sanguinarias maquinas asesinas —bromeó Jazz, pero Marissa negó.

—No quise decir eso, el caso es que me sorprendiste mucho no solo por lo valiente que era, sino tu forma de ser, joder todo en ti es increíble —dijo antes de darse cuenta del cumplido.

—Muchas gracias, me alegra que pienses que soy increíble. —Fue entonces que Marissa se dio cuenta que había hablado en voz alta sonrojándose de inmediato.

—Yo... es solo... es que...

—Mari, solo dilo —animo Jazz —. Sea lo que sea suéltalo y lo entenderé, pero tal vez esto ayude —agregó alejándose un poco.

Era un secreto cybertroniano, Ratchet o cualquier médico o científico que se respetara lo mataría por revelar tal información, sin embargó, su chispa le dijo que estaba haciendo lo correcto y se dejó llevar, activando su desplazamiento masivo y encogiéndose a un tamaño más manejable para un humano.

Marissa lo vio en estado de shock, no podía creer lo que estaba viendo, ellos podían encogerse, seguramente todos podían, bueno en realidad eso explicaba muchas cosas, sin embargó, estaba segura que todos los humanos desconocían esta habilidad entre los de su especie.

—Y bien ¿Qué era eso tan importante que querías decir? —Jazz mantuvo su tono de voz divertido, pero Marissa estaba aun más nerviosa.

—Bueno, esto es muy difícil, pero... Creo que te has dado cuenta de lo extraño que se ha vuelto nuestra relación —confesó, soltando una bocanada de aire que no sabia que estaba conteniendo.

—Hay química entre nosotros, eso no se puede negar —respondió para sorpresa de la humana.

—¿Enserio lo crees? Digo si la hay, es extraño, pero siento que contigo puedo ser yo misma, cosa que nunca he logrado con otro humano, esto es difícil, pero siento que me gustas.

Si bien Jazz tenia una idea que Marissa comentaría esa situación, la confesión siempre logro sorprenderlo, aunque, no dejo que se le notara y por el contrario sonrió con más arrogancia.

—La verdad es que tu especie siempre a sido extraña, pero no voy a negar que tú eres la excepción, así que también me gustas —respondió con la mirada fija en ella.

El silencio se formo entre ellos, cada uno analizando las palabras del otro dejando que sus mentes se aclararan. Marissa se mordió el labio inferior cuando entendió que Jazz no la había rechazado y sin dudar dijo lo primero que paso por su mente.

—¿Qué se supone que hacemos después? —dijo Jazz rompiendo el silencio y provocando una risita de Marissa.

—Generalmente los humanos se besan luego de una confesión —respondió con un sonrojo cubriendo sus mejillas.

Al momento en que respondió, pudo sentir la calidez de los dedos de Jazz recorrer su mejilla por extraño que se sentían suaves y ella se inclinó hacia su toque. Jazz sabia muy bien lo que hacía, pero también era consiente que estaba a punto de cruzar una línea sin retorno, no obstante, tampoco le importo.

Poco a poco se inclino más cerca, hasta que su aliento su sintió fantasmagórico sobre ella, y para su sorpresa sus labios eran igual de suaves que sus dedos, Marissa envolvió sus brazos alrededor de su cuello mientras él envolvió sus servos en su cadera.

Marissa podría jurar que nunca la habían besado igual, era tan abrazador que poco a poco se intensifico, los servos de Jazz bajaron por sus costados hasta que bajo uno acariciando su pierna y guiándola hasta envolverla en su propias caderas a lo cual Marissa cedió gustosa.

Ella supo en ese instante que esta noche seria inolvidable en especial por que Jazz parecía estar disfrazando su interacción cuando su boca bajo hacia su cuello mordisqueando con suavidad, a lo cual ella gimió de satisfacción.

—Jazz, se que pediste que te dejáramos en paz, pero es urgente

Ambos se separaron lo más rápido que pudieron, sin embargó Wheeljack había hablado desde afuera y para su suerte no entro, pero había irrumpido en momento. Jazz le hizo señas a Marissa de quedarse callada y luego volvió a su tamaño normal.

—Está bien, voy enseguida —respondió, obteniendo un date prisa del visitante —. Volveré lo más rápido posible, no te muevas y terminare lo que empezamos —murmuro hacia Marissa.

Ella lo vio marcharse, dejándola ahí en la espera de su regreso a pesar que su cabeza le grito que se marchara, que esto no estaba bien decidió esperarlo después de todo lo que sucediera en la base se quedaría en la base.  

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Bien volvamos a la rutina de los miércoles con este especia. 

Especial San valentín de Shipeos 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora