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Los días en Cybertron ahora le parecieron más tranquilos, con Megatron en prisión, Optimus tomando el lugar de Sentinel y Sari de vacaciones con los autobots él podía tener paz.
Ratchet había decidido vivir en unos apartamentos alejados del bullicio de Iacon, sí bien Ultra Magnus insistió en darle el reconocimiento que merecía él se había negado pues le parecía una absoluta perdida de tiempo.
Curiosamente en ese mismo edificio también vivía Arcee que al igual que él, eligió una vida alejada de los conflictos citadinos. Ratchet aun tenia sus habilidades medicas por lo que ahora tenia un consultorio privado en ese mismo edificio, aunque de vez en cuando Arcee lo visitaba para ayudarlo como su asistente.
—Sigo pensando que aun puedes ser maestra —dijo Ratchet, limpiando las herramientas.
Arcee se rio ligeramente mientras guardaba las herramientas que Ratchet limpiaba.
—prefiero pasar tiempo contigo, además enseñar ya no seria lo mismo ambos merecíamos este descanso —respondió restándole importancia.
Ratchet pensó que ella tenía razón, pero también creía que estaba desperdiciando sus habilidades no obstante seria mentira decir que no disfrutaba de su compañía.
Lo cierto era que desde hace demasiado tiempo había desarrollado sentimientos por su compañera Arcee, pero ya que en aquellos tiempos estaban en guerra y él era joven e inexperto se vio obligado a callarlo, a sufrir en soledad cuando Ultra Magnus lo obligó a abandonarla a pesar que su chispa gritaba que no lo hiciera. Por eso mismo agradeció a Primus tener una segunda oportunidad y poder salvarla de las garras de Shockwave, ahora podían ver los amaneceres de un nuevo Cybertron juntos. Sin embargo, ahora que al fin era libre para declararle sus sentimientos se sentía demasiado viejo para hacerlo, no obstante, eso también era una ventaja ya no era el joven inseguro enamorado de su superior ahora era un mech maduro que podía afrontar un rechazo con total madurez y dignidad.
—Sabes Arcee, hay algo que he deseado decirte desde el día en que te conocí —dijo dejando las herramientas y dándose la vuelta para mirarla.
—Si has esperado tanto para hacerlo —respondió con diversión en su voz —. Debe ser algo importante.
Arcee estaba sonriendo con tranquilidad, pero él ya se estaba poniendo nervioso, por un momento considero mentirle, inventar cualquier otra cosa para escapar, pero se recordó así mismo que era mejor hablarlo.
—Yo... es solo que cuando nos conocimos estábamos en guerra y nunca tuve la oportunidad es por eso que nunca pude decírtelo —confeso bajando la mirada.
Arcee borro la sonrisa optando un poco más de seriedad, dando unos pasos hacia él, tomo sus servos entre los de ella dándole confianza de seguir.
—Es posible que yo... tuviera sentimientos por ti —Ratchet mantuvo la mirada en el suelo mientras dejaba escapar las palabras —. Pero no era prudente decirlo antes y ahora creo que podemos hablarlo con madurez.
