Había pasado más de una hora, Nicole conocía las intenciones de Noah desde hace tiempo, era un hombre atractivo y a su mente vino que tal vez él lograría quitar de su mente a la castaña que no paraba de mirarla, no lo veía pero podía sentir la penetrante mirada de la empresaria mientras ella bailaba muy pegada a Noah.
-Me gustas Nicole...
Se acercó a sus labios, y con su mano la pegó más a él. Pero no se sentía como cuando Lilith lo había hecho, ese cuerpo corpulento no era el detallo, delgado, fuerte y hermoso cuerpo de la empresaria, esa cara no tenía esos labios rojos que la atormentaban.
Noah se acercó aún más a sus labios, logrando que estos se rozaran.
-Dame una oportunidad, preciosa.
Y sin más la besó, Nicole correspondió al instante, a pesar de todo no podía negar que Noah era guapo, pero saber que la castaña la miraba fue lo que la excito.
-Se comen a tu mujer en tu cara, florecita.
-Cállate imbecil, ya quisiera, esa, poder decir que es mía.
-Conmigo no mientas Lilith, se ha vuelto tu capricho ¿no?
Era más que un capricho, pero Lilith ni a ella misma, ni a nadie se lo aceptaría.
-Quiero jugar un rato con ella... y con su hermana.
Lucas se rió sorprendido, eso no se imaginó pues creyó por un instante que su amiga sentía algo más por la menor de los Altamirano.
-Vaya, ¿con las dos?
Lilith tenía un coraje interno que no podía describir, no sabía porque le molesta tanto mirar a Nicole ser besada por otro, pero Jessica le ayudaría a hacer pagar a la morena por esto.
-Será divertido.
Sonrió Lilith, mientras hacía una seña al mesero para que se acercará.
-¿En qué puedo servirle, señora?
-Llévale la mejor botella del lugar, a la hermosa mujer de allá.
Señaló a Jessica.
-Y por supuesto, hazle saber que es de mi parte.
-Enseguida.
El mesero atendió de inmediato la orden.
-¿Qué planeas?
-Jess, es una presa más fácil.
Unos minutos después, miró como Jessica recibía la botella y de inmediato buscaba la mirada de la empresaria quien ya la estaba observando.
Jessica movió su cabeza con burla mientras miraba a Lilith quien sólo le dió su mejor sonrisa.
Lilith miró como la doctora le decía algo a sus amigos, tomaba la botella con sus manos y se dirigía a la Montenegro.
-Es un bizcocho.
Susurro Lucas mientras la mirada caminar hacia su dirección.
-Lo es...
Dijo Lilith justo antes de que la doctora se pusiera frente a ellos. Imaginando por un instante que era la morena.
-Gracias, señora Montenegro.
-Un placer, madame.
Jessica rió ante ese apodo.
Lilith se puso de pie.
-Permiteme presentarte a Lucas, mi socio y dueño de este lugarsucho.
-¡Oye! Más respeto hacia mi adquisición.
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Eres Mía
AcakEl amor es algo que se describe como algo hermoso... Hermosamente doloroso. Lilith Montenegro, con solo 25 años de edad es una joven empresaria, multimillonaria, que ha tenido que saber manejar y soportar el peso de su apellido. Suele ser bastante...