𝐓𝐔𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒; 𝗺𝗮𝘁𝗶𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗮𝗹𝘁

𝟏𝟑

―¿CUANDO VIENEN MA?.―Matias estaba impaciente, hoy se juntaban a comer con los Parissi por su cumpleaños.

―No se Matu.―Susy siguió acomodando un par de adornos.―Ya seguro que en un rato llegan.

Dicho y hecho, paso un rato y ellos ya estaban ahí. Matias aceptó gustoso todos los regalos y mimos que le daban los papás de la pelirroja, Fede y Nico simplemente le revolvieron un poco el pelo; Seguían un poco enojados por lo que le hizo a su hermana.

Se empezó a desesperar cuando no veía rastros de la chica, la buscó con la mirada e incluso salió a la calle para ver si no estaba ahí. Cuando leyó el mensaje que le había escrito se sorprendió, creía que ella no le iba a desear nada.

Rendido, acepto que Alba no iba a venir. No estaba enojado, se lo merecía; El le había arruinado el cumpleaños, lo mínimo que ella podía hacer era faltar al de el. Se sentó en la silla y empezó a jugar con los cubiertos, hasta que escuchó como la puerta se abría.

―¡Perdónenme!.―Se le formó una sonrisa cuando la vio.―Tarde tanto porque me di cuenta que me había olvidado el celu en casa.―Saludo a uno por uno hasta llegar a el.―Feliz cumpleaños Matias.

No importaba lo seco que fue ese saludo, le alegro el corazón que ella se haya presentado.―¡Viniste Albita!.―La pelirroja asintió mientras tomaba asiento.―¿Eso significa que estoy perdonado?.

―No.―Empezó a comer los ñoquis.―Esto significa que yo no soy ni voy a ser tan forra como fuiste vos en mi cumpleaños.

El la miró sonriendo, estaba tan feliz de que ella este con el. No importaba la situación por la que estaban pasando, Alba decidió dejarlo de lado solo por el. Verdaderamente se sentía un hijo de puta por lo que le hizo a ella en su cumpleaños y se sentía muy arrepentido.

―Te puedo decir algo.―Matias rompió el silencio que había entre ambos.―Si pudiera volver el tiempo atrás y no hacer lo que te hice en tu cumpleaños, lo haría.

Ella lo miró y soltó una risa nasal.―Yo no estoy enojada solo por lo de mi cumpleaños eh.―Siguió comiendo.―Te recuerdo por las dudas que te mandaste mas cagadas.

―Bueno ojalá pudiera cambiar todo.―El no comía, se sentía mal en como había hecho sentir a su mejor amiga.―Yo nunca te quise lastimar Albita, te amo mucho yo.

La pelirroja suspiró, estaba luchando con todas sus fuerzas para no perdonarlo.―Yo también te amo Mati.―El hizo una mueca cuando escucho que no le dijo por su apodo.―Pero no podes cambiar lo que paso, ya lo hiciste y ya me lastimaste.―Lo miró y se sintió mal por la mueca que tenía su amigo.―Perdón.