𝟏𝟖

6.7K 780 322
                                    

MATIAS SE LEVANTÓ CON RESACA,lo único que se acordaba de la noche anterior era a él chapándose con una rubia del boliche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MATIAS SE LEVANTÓ CON RESACA,
lo único que se acordaba de la noche anterior era a él chapándose con una rubia del boliche.

Abrió los ojos lentamente, intentando acostumbrarse a la luz natural que entraba por el ventanal de la pieza. Diviso a su mejor amiga estudiando en el escritorio.

―A mi no me gustan las rubias.―Hablo desde la cama mientras se intentaba parar.―Me gustan solo las coloradas.―Se fue al baño.

Alba se sacó los auriculares al sentir como se cerraba una puerta y siguió con sus cosas.

Matias se acordaba cuando fue el momento en el que comenzó a sentirse raro con su amiga, eran chicos y el no entendía mucho sobre el amor.


━━━━━━━━

Una pelirroja de 8 años se encontraba caminando de la mano de su mamá, en su mano tenía un pequeño bolso de hello kitty en el cual llevaba muchas cosas para pintar.

―¿Ya llegamos mami?.―Alba estaba emocionada, quería mostrarle a su amigo todo lo nuevo que tenía.

―Estamos a 1 cuadra.

Siguieron caminando hasta que llegaron a la casa del chico, la colorada tocó la puerta con una melodía qué tenían ellos dos para saber de la presencia del otro.

―¡Mami ya vino!.―Escuchó unos pasos rápidos que se acercaban a la puerta.―¡Ahora te abro Albita!.

La puerta fue abierta y el castaño se tiro a abrazar a su amiga.―¡Te extrañe Titi!.

―¡Yo también!.―La abrazo más fuerte.―No te vuelvas a ir de vacaciones tanto tiempo.―Ella asintió mirándolo.

―Vamos adentro que te quiero mostrar todo lo que tengo.―Se dieron las manitos y entraron dirigiéndose al living. Alba se sentó en el sillón y acomodó las cosas en la mesita que tenían; mientras tanto, Mati buscaba pitusas y chocolatada para que merienden.

―Te traje para que comamos mientras pintamos.―Se sentó a su lado.―Si queres podes comer más galletitas que yo.

Ella sonrió y le dio un besito en el cachete.―Gracias Titi, te quiero mucho.

El agacho la cabeza y bufo mientras se sonrojaba. Se fijó en los pies de su mejor amiga, se balanceaban por debajo de la mesa de manera desigual. Vio su carita y como ella arrugaba la nariz cuando se pasaba de la raya al pintar su libro de Rapunzel.

No pinto junto a Alba, solo se quedo mirándola un rato más.

―¿Podemos jugar a algo Albita?.―Dejó de balancear sus pies para mirarlo.―Me aburrí de pintar.

𝐓𝐔𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒; 𝗺𝗮𝘁𝗶𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗮𝗹𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora