CAPITULO 7

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Luego de la tormenta llegó la paz, o al menos eso se aparento en el gran palacio.

__ ¿Dónde estabas?__ expresó una voz ronca mientras yacía en el trono__ ¿Qué tanto estabas haciendo, que ni siquiera los más grandes demonios pudieron encontrarte?

<< ¿Qué te importa, intentando matar a la mujer que tanto tratan de proteger? >> pensó Ester.

Aún con la tensión en el aire, la niña solo observó a aquel hombre repetir una y otra vez las mismas palabras, con la cabeza baja expresó indiferencia.

__ A partir de ahora, tanto tú como tu madre serán puestas bajo vigilancia y ninguna podrá siquiera acercarse una a la otra.

__ ¿Por qué? Mi madre no ha hecho nada malo. Yo me fui por mi cuenta. << Aún si mi madre hubiese hecho algo, ¿qué derechos tienes de separarme de ella?>>

__ ¿Por qué?__ Aquella imponente figura bajó de su trono y se acercó hostilmente a la pequeña. __ Porque tu asquerosa madre mató a tu hermano en el vientre de su madre. << Entonces sí lo mató, ahora mi madre ya no sufrirá tanto. >>

__ Ahora no quiero oír ni una palabra provenir de ti.__ << Aún si me prohíbes verla, me aseguraré de acercarme de alguna forma. >>

El hombre movió su cabeza, ordenando así llevar a la pequeña niña a su habitación, pero lo que el antiguo rey infernal no notó fue que aquella niña, al retirarse, sonreía complacida por el simple hecho de saber que el niño había muerto.

La niña ingresó a su habitación, notando rápidamente a los guardias posarse en la puerta.

__ Salgan__ Susurró. Un chillido agudo salió de entre las sombras, demonios rojo carmesí surgieron del mismo infierno, sus ojos negros devoraban el alma de cualquier ser vivo, tanto así que las plantas en la habitación se marchitaron y el hedor a putrefacción impregnó toda la habitación. __ Vean cómo se encuentra mi madre y que los hombres de la puerta no se enteren de que están aquí.

La puerta resonó y los demonios se dispersaron de inmediato. Una mujer se acercó a la princesa presentándose como su cuidadora.

__ ¿Entonces ya no podré ver a mi mamá? __ La niña preguntó con tristeza y temor mientras sostenía el vestido de aquella mujer.

__ Lo lamento, princesa. Por el momento, no podrá ver a su madre.

__ ¿Y mi papá? Tengo mucho miedo y esta habitación huele feo.

__ Su majestad se encuentra con su hermano y la señora Lysandra. __ Expresó angustiada al ver a la pequeña niña.

__ Ya veo. Por cierto, ¿eres nueva? __ << Nunca había visto a esta chica en el palacio, tal vez sea más fácil ver a mi madre ahora. >> __ Sabes, tengo un poco de hambre y creo que tengo fiebre.

La ternura de aquella pequeña e indefensa niña conmovió a la sirviente y por primera vez alguien en ese palacio frío fue amable con la joven princesa.

__ ¡Ah!, lo siento, su alteza. Perdone mi impertinencia. Como dije antes, soy su nueva niñera, y si es mi primera vez en el castillo, aún así la cuidaré muy bien. No se preocupe.__ Exclamó con una sonrisa al ver a la dulce niña frente a ella.__ Si tiene fiebre, será mejor que se cambie, Estar mojada no es bueno para los enfermos. Venga, le ayudaré a cambiarse y le daré una sopa caliente__ La mujer cuidó bien de la niña y luego de la cena creyó dejarla profundamente dormida.

Ester esperó tranquilamente a que la mujer se retirara para abrir sus ojos y, en la oscuridad, volver a convocar a los demonios. Solo que estos eran diferentes, parecían personas solo que sin boca y con ojos blancos.__ Se quedarán aquí.__ Ante la orden de su ama, cambiaron de forma a una más pequeña, creando un aspecto similar al suyo, solo que su rostro no reflejaba más que unos horribles ojos blancos. Los demonios tomaron su lugar en la cama y así ella pudo ir entre las sombras a la habitación de su madre.

__ ¡Mamá!__ Corrió con los brazos abiertos a abrazarla, entre lágrimas.

__ Ya, cariño, no llores.__ Abrazó a su hija con fuerza.__ Ester, escucha, tu poder debes ocultarlo.

__ ¿Por qué, madre?__ Expresó confundida.

__ Cariño, los demonios que invocaste, esos demonios son de la guerra oscura.__ Expresó angustiada mientras sostenía a su hija de los hombros__ La guerra oscura fue hace mil años, los demonios que tú invocaste deberían estar en Abys. Si ellos se enteran de esto, una guerra, no, aún peor, podrían hacerte daño. Y tú aún no los controlas del todo, ¿no es verdad?.

__ Pero si muestro mi poder, ellos te tratarán mejor.

__ No, cariño, tu madre experimentó una guerra entre demonios hace unos años. Si no fue como la guerra oscura, pero puedo asegurarte que la guerra no es buena. Aún si eres un demonio, trae consecuencias.__ El rostro de la mujer mostró su angustia.__ Promete que no volverás a hacer algo como lo de aquella noche otra vez. Prométemelo, Ester.

<< No quiero, ¿por qué? Ellos me despreciaban por no tener magia y ahora que la tengo debo ocultarla, mamá no comprendo, aún así >>___ De acuerdo, lo prometo.

__ Gracias, cariño. Ahora abrázame más a tu madre, sí, y disculpas por todo. ¿Pasaste un mal momento, verdad? Prometo que ya no lo haré. Me quedaré contigo sí.
Ambas se abrazaron con fuerza.__ Te amo, mamá.__ << Sí, yo te amo, mamá, por eso, si ellos vuelven a herirte, deberé romper mi promesa.

REINA INFERNAL: llamas de venganza, bajo la sombre de un reino olvidado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora