REINA INFERNAL: llamas de venganza, bajo la sombre de un reino olvidado

CAPITULO 2

En la penumbra de la habitación del castillo, el aire estaba cargado con la ansiedad de la espera de un nuevo heredero al trono.
El señor del castillo, caminando inquieto afuera, aguardaba el nacimiento que sellaría el destino de su linaje. La noticia del embarazo había iluminado sus sueños con la esperanza de un heredero varón que sería el orgullo del reino demoníaco.

Cuando el llanto del recién nacido cortó el silencio, la expectación alcanzó su clímax. Al irrumpir en la habitación, se encontraron con la visión de la madre sosteniendo a una pequeña Ester en sus brazos. La sorpresa inicial pronto dio paso a la maravilla, pero la alegría fue efímera.

__Es maravillosa__ conmovido por el dulce momento, tomó a su pequeña en sus brazos y dio un tierno beso a la mujer que tanto amaba.

__Es mi pequeña__ expresó entre lágrimas__Por supuesto, es nuestra hija __El señor del castillo, contemplando a su hija y a su esposa, fue invadido por un torbellino de emociones__¿Su nombre, has pensado en un nombre para nuestra hija?

__Ester, su nombre será Ester, como mí abuela __Un amor abrumador se mezcló con el orgullo, y aunque los murmullos de los sirvientes y la hostilidad de los nobles llenaban la habitación, la pareja era imperturbable.

Pues aquella niña ante sus ojos era un faro en medio de la tormenta; aún así, el señor del castillo ignoraba aquellas sombras que se cernían a su alrededor. Su enfoque estaba en la pequeña.

Aunque el ambiente se volvía cada vez más denso con la intolerancia, la luz de su amor paternal y conyugal iluminaba la habitación.

__Padre, mira, Liana dio a luz a una hermosa niña

__Ya lo veo, hijo, ven, dame a la niña__ Cuando el antiguo señor de los demonios tomó a su nieta, la miró con indiferencia y, al momento de cargarla, no dudó en infringirle un poco de dolor midiendo su poder mágico. La niña comenzó a llorar__No tiene poder__ exclamó indiferente al llanto y la entregó a su hijo nuevamente.

__Aún es una niña, padre.

__Hmm, si tú lo dices__El antiguo señor del infierno observó con disgusto aquella escena de familia feliz y decidió retirarse. Aún así, la pareja estaba feliz con la siguiente "heredera al trono".

Mientras Ester crecía y su poder demoníaco no surgía, el actual rey infernal se volvía un poco indiferente con la niña y más agresivo con su esposa. Pues aquella mínima señal de carencia le hacía pensar que las palabras de los nobles eran ciertas, y cuando Ester tenía tres años, por primera vez escuchó a sus padres discutir.

__¿Me engañaste?__, tal grito feroz se escuchó por toda la sala.

__De qué estás...__, fue sostenida con fuerza por su esposo.

__Sí, no fue así, dime__con fuerza mientras sujetaba a la mujer, ejerciendo más violencia, exclamó__ ¿Cómo es posible que una niña de mi sangre no tenga ni una gota de poder demoníaco?

__Me lastimas, por favor, Ester está en la otra habitación, te va a escuchar__ Antes de poder seguir hablando, fue empujada al suelo.

__Ni que hubiese sido tan fuerte, ahora espero que no me hayas engañado o...

__Papá__ una dulce y pequeña voz atravesó la puerta__Mamá, ¿qué pasa, puedo pasar?

__No__ la reina asustada y muy preocupada expresó mientras contenía sus lágrimas__Ester, cariño, papá y yo estamos hablando, puedes esperar un momento__ Miró a su esposo y aún en shock, mientras temblaba, susurró__Por favor, sé amable, es una niña, es tu hija, por favor".

__Ester, tu madre y yo estamos hablando, espera un momento.

__Pero, papá, escuché un ruido__ señaló asustada

__¡Que esperes!__ grito con fuerza asustando a la niña

__Quiero ver a mamá__comenzó a llorar y asustada expresó__quiero ver a mi mami, escuché un ruido.

Molesto pero en calma, abrió la puerta. __Mira, tu madre está bien, cariño. ¿Por qué lloras__ Tomó a la niña en sus manos y secó sus lágrimas. __Mira, tu madre está bien y yo también, solo se cayó algo, nada más.

__Sí, cariño, mira tu padre y yo solo estábamos hablando y se rompió la taza.

"Quiero que mamá me cargue".

__¿Por qué?, ¿papá no lo hace bien?__ Ante el silencio de su hija, cambió el tema rápidamente. __Dime, cariño, ¿qué hiciste hoy?

La niña aún un poco temblorosa solo miró a su padre para luego quedarse en silencio y mirar a su madre.

__Ester, cariño, ¿por qué no le hablas a papá?, mamá te enseñó a ser educada.

__Lo siento, papá, hoy jugué en el jardín.

__En serio, cuéntame más...

Mientras el rey escuchaba a su hija hablar de su día, trató de disimular el disgusto y luego de unos minutos cortó la conversación ligeramente para retirarse y dejar solas a madre e hija. Ester, al ver a su madre, enseguida notó que algo andaba mal. Pero como era una niña, no comprendía el porqué su madre parecía triste, aun sonriendo.

__Mamá.

__Sí, cariño.

__¿Por qué papá estaba molesto?

__No, cariño, papá solo estaba un poco estresado__miró a su hija, quien aún con sus palabras trataba de dar vueltas en el asunto y eso no le pareció correcto..Entonces, para no hacer sentir más mal a su hija, añadió__Ya sé, cariño, ¿por qué no vamos a jugar un rato juntas?"

__Sí, juguemos al té.

__ ¿al te?

__ Sí, aunque estoy sola, es mejor jugar contigo, mamá.

__ ¿Cómo que sola, cariño? -expresó un poco angustiada- ¿No juegan los sirvientes contigo?

__ Sí, pero no todo el tiempo. Ellos dicen que deben trabajar y yo me aburro mucho.

Ante las palabras de su dulce hija, la reina miró a los sirvientes molesta, aún si fueran indiferentes con ella por su pasado, ella sigue siendo una reina y su hija una princesa.

Luego de jugar con su hija, decidió confrontar a su esposo y exigir un mejor trato para su hija, quien apenas era una niña. El rey mostró indiferencia ante el hecho y solo para mantener su orgullo intacto accedió a castigar a sus sirvientes.

El tiempo avanzó y Ester continuaba creciendo mientras sus poderes aún no se manifestaban, la distancia con su padre crecía poco a poco y la hostilidad de los sirvientes se volvía un poco más grande cada año que sus poderes no se manifestaban.

Las discusiones entre su padre y madre se incrementaban, hasta que un día, cuando Ester tenía cinco años, cerca de pronto cumplir los seis, se encontraba en el jardín observando las rosas cuando un grito desgarrador de su madre sacudió el palacio.

En el próximo capítulo¿De quien provenía ese grito desgarradora?, ¿Cómo influirá a Ester ?