CAPÍTULO 8

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La primera semana de la Profesora Plummer fue todo un acontecimiento para el colegio. Aún en período con posibilidad de matriculación, varios alumnos, movidos por la curiosidad, habían decidido apuntarse a escuchar que es lo que la antigua aurora tenía que contar sobre los muggles.

Los anteriores profesores de la asignatura habían sido personas casadas con muggles o entusiastas de este mundo. A menudo, con una forma de ser peculiar y quizás, poco atractiva para el alumnado. Pero prácticamente todo el mundo había escuchado hablar de las hazañas de la famosa Polly Plummer. Desde su historia como buscadora de Gryffindor, pasando por su premio a la excelencia y una vida dedicada a la caza de magos oscuros, posterior al colegio.

Como novedad, Polly había decidido agrupar a los cursos, por lo que aquella mañana, tras atender a los alumnos de séptimo y sexto, recibió por primera vez a los de tercero y cuarto. El aula estaba ubicada en un desconocido pasillo entre el puente del viaducto y el patio de transformaciones. Sus vistas daban al rio, que fluía a pocos metros de la ventana, con sus aguas abalanzándose sobre la cascada que daba al lago.

Lucy quedó impresionada al observar el aula. El reflejo de la luz del riachuelo chocaba contra el techo atravesando las ventanas. Le recordaba a su sala común, solo que, en vez de plantas, la alargada estancia tenía colgados todo tipo de objetos, la mayoría conocidos a sus ojos. Viejas bicicletas colgadas de la rueda trasera, una pila de teléfonos junto a la mesa, una nevera junto a la entrada. Y alfombras bordadas a mano por todas partes.

- Es caótico – dijo Eleanor.

- A mí me encanta – dijo la menor de los Pevensie.

- No lo he dudado un segundo – dijo su amiga sonriendo, mientras buscaban sitio.

Astoria Greengrass y Edmund aparecieron por la puerta, generando un momento de silencio. Los alumnos de estudios muggles de tercero se sorprendieron al ver dos capas con tonos verdosos entrando en aquella aula. Pero ni su hermano ni su amiga parecieron inmutarse. Se sentaron frente a Lucy y Eleanor sin dedicar un solo segundo a percatarse del silencio que habían traído a la clase.

Ya nadie volvió a parlotear, ya que fue justo entonces cuando la nueva profesora entró al aula desde la puerta que daba a su despacho.

- Buenos días muchachos – dijo la anciana, ante las expectantes miradas.

Polly Plummer siempre había tenido algo cautivante, algo que no había desaparecido con la edad. Era un Gryffindor de manual, no había dudas. Noble y fuerte, con un carisma realmente arrollador, sin perder nunca el trasfondo dulce de su mirada. Los alumnos, que llevaban un fin de semana entero observándola por los pasillos, esperaban con atención a que la mujer les explicara como una exaurora iba a darles clase de una materia como Estudios Muggles.

- Creo que todos os estáis preguntando lo mismo – dijo ella – ¿Qué hago yo dando esta asignatura? ¿Qué interés puede tener para mí? Puede que alguno crea que la doy a disgusto, y o que se pregunte que me puede haber llevado, después de una excitante carrera, a volver de mi jubilación para hablar del mundo muggle...

Todos se quedaron en silencio, observándola.

- Y la razón... es que en realidad no hay un "mundo muggle" y un "mundo mágico". Hay dos sociedades, que se han separado por los peligros que implicarían su unión. Pero no somos distintos. No somos mejores. Somos como ellos.

Un Gryffindor y una Ravenclaw parecieron inquietarse un poco en primera fila, tras aquella declaración. Pero el resto de la clase no pareció reaccionar mal. Alguno incluso sonrió. Aquella clase estaba repleta de hijos de muggles.

BEYOND TIME (ES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora