CAPÍTULO 15

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Encontrar una cita para la fiesta de Navidad de Slughorn era el menor de los problemas de Peter, y, sin embargo, parecía ser el mayor de los intereses de Romilda Vane saber con quién acudiría el muchacho. No tenía una invitación, pero era claro para el chico que esperaba una invitación. Quizás debiera probar con McLaggen, porque el mayor de los Pevensie tenía el menor de los intereses en llevarla.

No, él tenía asuntos más importantes de los que ocuparse. Al estrés habitual de las asignaturas se sumaba la primera entrega del trabajo de Estudios Muggles. Aún no lo había empezado, ante el disgusto de Susan. No le habría costado nada ponerse a ello si no fuera porque debía, para ello, hablar primero con Pansy Parkinson.

Decidió que la clase de pociones sería la mejor opción para acercarse a la antipática Slytherin. Nada más llegar pudo comprobar que la chica estaba de mal humor. Se pegó la mitad de la hora quejándose de Slughorn a su amiga, Daphne Greengrass, y la otra mitad maldiciendo sobre su poción, que no lograba tornarse el tono morado oscuro que el profesor había indicado, sino que oscilaba entre un tono rosado y otro azulado que se negaban a mezclarse.

Aun así, Peter Pevensie, con la valentía de un Gryffindor, tuvo las agallas de acercarse a la chica cuando su compañera se hubo alejado de la mesa.

- ¿Qué quieres? – le espetó ella cuando vio que el chico se había quedado mirando.

- El trabajo de Estudios Muggles – dijo él.

Ella miró de un lado a otro, como con miedo porque alguien la escuchara reaccionar al nombre de esa asignatura. Claramente, no era una noción popular aún el hecho de que la hija del Señor Parkinson estaba estudiando una asignatura sobre los muggles.

- ¿Qué pasa con él?

- Tenemos una entrega para el lunes – dijo él.

- ¿Y? – contestó la Slytherin, como si el tema no fuera con ella.

- Creo recordar que tenemos que hacerlo en equipo – dijo él - ¿recuerdas?

- Para mi desgracia – dijo ella.

- Y la mía...- musitó él.

Pansy siguió recogiendo sus cosas sin mirar al chico en ningún momento en todo el proceso. Cuando hubo cerrado su mochila y la cargó con el hombro, levantó la vista para mirar al mayor de los Pevensie un solo segundo, y en un tono poco agradable, dijo:

- Mañana después de las clases, frente a la puerta sur de la biblioteca – dijo ella – hay Quidditch el sábado, prefiero tenerlo hecho antes.

- Bien – dijo Peter.

- Adiós – contestó ella, seca.

Peter salió de la clase sin mirar atrás. Todo aquello le olía muy raro. Pansy Parkinson, en Estudios Muggles, haciendo un trabajo sobre poesía. Algo tramaba. Y seguro que no era bueno.

Cuando llegó a la sala común, su cabeza seguía dándole vueltas a la conversación con la Sltyherin, pero fue rápidamente distraído por Romilda Vane, que lo llamó desde la otra esquina de la estancia con entusiasmo.

Desde el episodio en el pasillo, Peter había adquirido un nuevo estatus en su casa de Hogwarts. Un estatus no buscado, pero cuyos efectos no podía evitar, aunque quisiera. Personas como las amigas de Romilda Vane, se acercaban a hablar con él, y no simplemente lo observaban desde la lejanía. Antes era el alumno solitario de sexto, ahora todos parecían querer forzarle a convertirse en un miembro de los más selectos grupos de la casa escarlata. Peter prefería la soledad, pero no sabía encontrar la manera de deshacer el efecto que su maestría en hechizos había causado en los alumnos.

BEYOND TIME (ES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora