CAPÍTULO 13

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A Slughorn tan solo le bastó un entrenamiento del equipo de Quidditch de Slytherin para reclutar a otro de los hermanos Pevensie para su selecto club. Sin haberlo pedido, Edmund acabó aquella noche ocupando la silla contigua a la de su hermano Peter, por lo que pudo observar, en primera persona, como el chico se agitaba con nerviosismo en la silla cuando una tímida Hermione Granger entró silenciosamente en la sala, sentándose justo al otro lado del Gryffindor con un tímido saludo.

Peter sonrió, embobado. Y Edmund no pudo evitar reírse por lo bajo, ganándose una bien merecida patada en la espinilla.

La cena no fue tan terrible como habían anticipado. La comida estaba exquisita, e incluso había delicias turcas como parte del postre. El Slytherin se encontró navegando entre la futura generación con altas probabilidades de convertirse en figuras influyentes del mundo mágico. No todos le caían bien, claro, pero Slughorn tenía un radar para captar el talento, y eso era algo que Edmund no criticaba. Peter, por su parte, parecía más incómodo, pero se fue relajando cuando comprobó que no había demasiada necesidad de hablar a no ser que le dirigieran la palabra de forma directa.

Hermione Granger hacía como él, hasta que, inevitablemente acabaron hablando entre ellos por lo bajo, haciéndose pequeñas de vez en cuando, y sonriéndose. Edmund no pudo evitar sentir algo de enfado hacia la muchacha. Le hacía gracia lo que Peter sentía por ella, pero el Slytherin se había percatado de como la muchacha parecía estar todo el día pegada a Harry Potter y Ron Weasley. No le hacía gracia la idea de que alguien le destrozara el corazón a Peter.

La muchacha y su hermano se entendían perfectamente, y saltaba a la vista. Muy distintos en muchas cosas, sí. Pero parecía haber un fuerte punto en común, algo que les hacía conectar, y era visible desde fuera. Pero Edmund no era capaz de ponerle nombre aún.

- Señor Pevensie – llamó Slughorn haciendo que ambos hermanos levantaran la cabeza del plato.

Peter y Edmund se miraron mientras se señalaban con las manos en silencio, mirando con intriga a su profesor de pociones.

- Peter ¡Perdón, Perdón! – exclamó Slughorn riendo – quería saber dónde habías aprendido esos potentes encantamientos.

- Ilvermorny, Señor – dijo Peter – hay optativa de encantamientos avanzados, y bueno... siempre me interesó mucho el tema.

- Oh, es cierto, los Pevensie, unos de los pocos alumnos en ser transferidos de una escuela mágica a otra – dijo Slughorn - ¿Puedo preguntar en que casa fueron seleccionados?

- Claro, Señor – dijo Peter – Thunderbird... ambos.

- Fascinante – dijo Slughorn - tengo entendido que la ceremonia de selección es algo distinta, y que las estatuas de las casas reaccionan a los alumnos que quieren escoger, y que pueden hacerlo varias a la vez ¿correcto?

- Así es, Señor – dijo Edmund – de hecho, fue por ello por lo que acabamos en la misma casa, por elección.

- ¿Y qué otras les reclamaron?

Se hizo un pequeño silencio, en el que Peter y Edmund se miraron inseguros de si contestar.

- Todas – dijo Peter, carraspeando.

- ¿A ambos? – preguntó el profesor en una exclamación - ¡Impresionante!

Los dos hermanos se quedaron callados ante la expectación de los alumnos, que miraban a los dos muchachos, asombrados.

- ¿Y vuestras hermanas? – preguntó Marcus Belby.

Peter volvió a carraspear.

- También... - dijo, dudoso – les eligieron todas.

BEYOND TIME (ES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora