Jungkook se sentía como si el suelo bajo sus pies se desmoronara, dejándolo en un abismo de confusión y traición. Taehyung lo había no por quien él era, sino por la semejanza física con una persona de su pasado, como un muñeco sustituto. Incluso el nombre, Jungkyung, el de su evidente difunto novio, lo seguía golpeando con una fuerza devastadora cada vez que lo escuchaba en su mente.
Las calles que antes le parecían serenas se volvieron opresivas, mientras se dirigía de regreso a su casa. La imagen de Jungkyung, un espectro del pasado, ahora cobra una presencia innegable en su cabeza. Se sentía utilizado, no como un individuo único y valioso, sino como una sombra de otro. Odiaba que lo hacía sentir como un usurpador que robaba la identidad de alguien más.
Era cierto eso de que la traición corta profundamente. Cada risa compartida, cada mirada cariñosa, parecía ahora estar ensombrecida por la sombra de un amor pasado. Jungkook sentía que había sido parte de un juego en el que no conocía las reglas, una marioneta en manos de los recuerdos de Taehyung. Se preguntaba si cada gesto, ya fuese cariñoso o amable, cada palabra dulce, era más una conexión con el fantasma de Jungkyung que con él mismo.
El peso de la mentira y la omisión se asentaba en su pecho, haciéndolo sentirse vulnerable y expuesto.
¿Siquiera hubo mentira u omisión?
No tenían una relación, en teoría no eran absolutamente nada. Entonces, ¿por qué se sentía tan traicionado? ¿Por qué siquiera le estaba doliendo eso?
En un principio, estaban supuestos a tener encuentros fortuitos, una que otra noche de pasión y nada más. Pero...
¿Por qué seguía preguntándose cuánto de su relación con Taehyung fue genuino y cuánto fue una representación de un amor que ya no existe, si ellos no estaban juntos, no eran novios, por qué le afectaba? La confianza que había estado construyendo se desintegraba, dejando un vacío doloroso en su corazón.
Había una mezcla de ira y dolor, se enfrentaba al conflicto interno de confrontar a Taehyung o retirarse en silencio. La verdad duele más que cualquier mentira, y el proceso de aceptar que había sido un mero sustituto, en lugar de una elección por sí mismo, se estaba convirtiendo en una batalla emocional abrumadora. El sentimiento que sentía se estaba mezclando ahora con la amargura y la sensación de ser una víctima de la añoranza de alguien más.
Por alguna estúpida razón sentía que estaba robando parte de esas memorias, una vez más, convertido en un ladrón, a pesar de no saber qué estaba robando con exactitud. Tener problemas de pareja sin estar en una relación no era algo que le estaba gustando experimentar.
A decir verdad, sentir que ni siquiera podía reclamarle a Taehyung le molestaba el doble. Tendría que comenzar por decirle que registró su casa, que invadió su privacidad y que incluso le había robado esa fotografía que continuaba sosteniendo mientras permanecía sentado en su cama.
—¿Por qué te pareces tanto a mí? ¿Por qué a la vez luces tan diferente a mí? — Jungkook
Observaba aquel retrato con vehemencia, tratando de ver o notar algo que lo llevara a algún sitio, a pesar de no tener idea de hacia dónde se dirigía con ese exhaustivo escrutinio.Subiendo los pies en su cama y tras decirle a su madre que no le apetecía comer, se dedicó a continuar mirando aquella fotografía. Detallaba cada centímetro de su facción, cada cabello visible, su alrededor, intentaba ver algo pasado por algo a pesar de no tener la menor idea de lo que deseaba encontrar. El hecho de que existió alguien tan idéntico a él no le gustaba, no le temía, pero tampoco es que no tuviese miles de preguntas en su cabeza. En cualquiera de los casos, necesitaba pensar, pensar mucho, aunque también quería liberar su mente en su totalidad para no tener ningún pensamiento.

ESTÁS LEYENDO
STEALER
Fiksi PenggemarSin tener realmente la culpa de nada, Jungkook siempre ha sido tachado de ladrón, aunque, no de cosas materiales precisamente. Es un chico que con su carisma termina haciendo que todos caigan por él sin proponérselo y esto en más de una ocasión le t...