Lucius sintió su pulso incrementar al oír la petición de Evangeline.
Después de un par de segundos susurró la respuesta sobre los labios de esta.
"Sí, señorita... Puede hacerlo" El deseo que sentía por ella era insoportable. El rubio se inclinó ligeramente y ella terminó haciendo unión de sus labios.
Evangeline gimió en los labios del mayor cuando este paso su mano por su cuello para atraerla a él.
El sonido que salió de los labios de la castaña fue tan solo un impulso para conseguir más y se apresuró a besarla de nuevo, esta vez con más pasión.
Enterró sus delgados dedos en el cabello de él, haciéndolo sentir tan vivo y excitado.
Si perder el tiempo pasó sus dedos por debajo del short de la joven sintiendo cómo ella se estremecío ligeramente.
"¿Te gusta eso, cariño?" Preguntó mientras continuaba abrazando su cintura con una mano y acariciándola entre las piernas con la otra.
"Si, señor Malfoy" Angeline se sentó sobre su regazo, sentándose en su gran erección.
Lucius sintió la calidez de la castaña en sus piernas, notando que se encontraba muy húmeda. Sabía que estaba bastante excitada y que necesitaba de su ayuda en su coño.
Las caderas de Evangeline comenzaron a moverse en círculos, sus gemidos se entremezclaban con los profundos gruñidos que salían de la garganta de Lucius. Sus ropas empezaron a arrugarse entre sus pieles, un testimonio del intenso calor generado por la urgente necesidad que tenían el uno del otro.
El rubio hizo el short a un lado, viendo los carnosos labios de su coño.
"Oh, me encanta lo mojada que estás" Apoyó la mano en su espalda baja y la empujó hacia adelante ligeramente haciendo fricción contra su humedad. "¿Quieres que te folle?"
"Por favor, señor Malfoy" Evangeline estaba desesperada por sentirlo moverse dentro de ella.
La erección de Lucius era dura y exigía liberación, así que se desabrochó el pantalón, mientras Evageline se quitaba su ropa.
La acomodó en su regazo de nuevo, guío su miembro a su feminidad y la penetró lentamente estudiando los gestos de satisfacción de la castaña.
La tomó por las caderas y empezó a follar más fuerte, la joven para sostenerse puso sus manos sobre los fornidos hombros de su amante.
Él bajo su mirada y contempló la conexión de sus cuerpos, su erección penetrando profundamente el mojado coño de la joven, lo volvió aún más duro.
Mientras ella lo cabalgaba, gemía sobre los labios de él soltando pequeñas maldiciones. Lucius la miraba completamente perdido en la belleza de su nueva amante.
El placer se volvió intolerable para ambos.
La espera había valido la pena, esos momentos de tensión sexual lo habían hecho más satisfactorio para ambos.
Lucius se detuvo y la levantó del sofá, haciendo que la joven enredara sus largas piernas sobre su cadera.
La llevó a su escritorio, con las piernas abiertas cuando él la colocó sobre la superficie de madera, abriendo sus pliegues desnudos y húmedos con los dedos. Ella se estremeció con anticipación cuando sintió que él se posicionaba en la entrada de su sexo.
La cabeza de su polla se deslizó suavemente contra sus resbaladizas paredes antes de avanzar, llenando cada centímetro de su ansioso cuerpo. "Joder..." Evangeline exhaló un suspiro de puro placer mientras se agarraba de las duras caderas de Lucius, atrayéndolo profundamente hacia ella.