Capítulo 13.

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Jungkook mentiría si dijera que en los últimos entrenamientos no se encontró lo suficientemente distraído como para siquiera hacer un buen pase. Por ello, el primer juego de la temporada quedó completamente descartado para entrar a la cancha, y si hubiese tenido una mínima oportunidad de haber entrado en los últimos minutos, fue desechada la idea por su bajo rendimiento. 

—¿Qué pasa Jeon? ¿El equipo ya fue mucho para ti? ¡No acepto débiles en mi equipo!—El entrenador gritoneó en su rostro.

El beta simplemente retiró un tanto su rostro, manteniendo su mirada baja conforme las palabras se estrellaban contra él. Todo el equipo veía la forma en que estaba siendo regañado por el entrenador, junto con otro grupo de personas que asistían a la práctica de ese día. 

—No volverá a suceder, señor.—Murmuró, manteniendo sus hombros erguidos. 

—Si te veo fallando un solo lanzamiento más, lo próximo que verás es tu trasero fuera de mi equipo y con la prohibición de volver a venir, ¿Entendido? 

—Sí, señor. 

—No escuché, ¿Entendido, Jeon? 

—¡Sí, señor! 

Con una última mirada de disgusto, dio con un simple asentimiento de que el entrenamiento había terminado, haciendo que el resto del equipo sintiera que por fin podrían respirar. El primero en acercarse a Jungkook fue Jaewoo, con una expresión burlona sobre su rostro mientras se cruzaba de brazos. 

—Se acabó tu racha de buena suerte, beta.—Soltó con una leve carcajada. 

Jungkook se limitó a no contestar, apretando los puños detrás de su espalda en espera de ser atacado por cualquiera de esos alfas. Podría esperarlo, no sería extraño después de haber sido reprendido por el entrenador frente a todos ellos, haciéndolo sentir inferior no solo por su falta de concentración, sino también porque recalcaban nuevamente su jerarquía, siendo menos que cualquiera de los alfas presentes. 

—Sé productivo y recoge todas las cosas que utilizamos.—Con una mueca, se giró en busca de sus pertenencias y salió del lugar junto a su grupo. 

El resto del equipo fue saliendo, y no fue hasta que los vio alejarse, que empezó a recoger una por una de las pelotas que habían utilizado, junto con el demás equipo que había por todo el pasto hasta que sintió como alguien más estaba en el campo. 

—¿Jeonghan?—Cuestionó con sorpresa, viendo cómo el alfa recogía una pelota. 

—Hey.—Saludó con una sonrisa, acercándose. 

—Pensé que te habías ido con el resto del equipo. 

Negó.—Todos usamos el equipo, no tienes porqué recogerlo solo. En ocasiones el propio equipo me cae mal, ¿Sabes? No es como si se les cayera la mano por hacer un mínimo esfuerzo por recoger lo que utilizaron. 

Jungkook soltó una carcajada, asintiendo.—Son alfas, yo solo soy un beta que actúa más como su sirvienta que su compañero de equipo. 

—¿También me ves de esa manera?—Cuestionó con un gesto divertido, haciendo negar rápidamente al contrario. 

—¡No! Claro que no, no eres como los demás alfas del equipo. Si no fuera por ti, creería que le caigo mal a todos, solo tú eres quien me habla.—Confesó con un leve rubor sobre sus mejillas, sintiéndose expuesto. 

—Ellos solo piensan con qué deben juntarse con alfas, que los omegas solo sirven para reproducirse y los betas no son nada, ni siquiera personas con las cuales interactuar. Debo disculparme por ellos, inclusive son insoportables para mí, pero no hay mucho qué hacer si convives con ellos todo el tiempo, por más que te molesten sus comentarios y su forma de pensar, solo aprendes a fingir estar de acuerdo con ellos si eso significa que no te molestarán. Aunque no está mal contestarles de vez en cuando, disfruto ver como parecen sorprendidos si algo no ocurre como ellos imaginaban.  

—Eso suena como algo cansado, inclusive si eres alfa.—Comentó con una mueca de desagrado. 

—Lo es, pero como te digo, solo eso significa que no molestarán. Me gusta el equipo porque puedo practicar el deporte, pero también lo detesto por compartir el mismo espacio que ellos, así que es un cincuenta y cincuenta. Y tampoco puedo culpar que forme parte de esa casta, viniendo de una familia llena de alfas, también lidio con ello desde mi hogar y aquí en la escuela, simplemente es cuestión de acostumbrarse para poder sobrevivir. 

El beta asintió, comprendiendo sus palabras. A pesar de que Jeonghan era un alfa que parecía llevarse tranquilo con todos, al escucharlo decir que era fastidioso para él ver los comportamientos de sus compañeros, no lo hacía sentir tan solo ante su poco agrado hacia el equipo, iniciando por el capitán. 

Terminaron de recoger todo el material sin problemas, terminando más rápido de lo pensado y despidiéndose cuando Jungkook se dirigió a guardar la bolsa con todo el contenido y Jeonghan se dirigió a los vestidores para alistarse e irse de ahí. En cuanto el beta estuvo solo, los pensamientos de los días anteriores se hicieron presentes, mordiendo el interior de su mejilla en busca de apaciguar el sonrojo que amenazaba con subir por su rostro de solo poder reproducir en su mente el beso que tuvo con Taehyung. 

No había tenido la oportunidad de verse con el omega desde entonces, ni siquiera había asistido a la sesión de lectura por miedo de verlo, aún y cuando su mejor amigo lo reprendió por dejarlo solo cuando tuvo la culpa él de inscribirlo, simplemente el miedo lo envolvía de solo pensar en ver a Taehyung. ¿Cómo podría volver a verlo? Cualquier cosa que se relacionara con el omega le hacía recordar automáticamente al beso que compartieron, la forma en que la distancia desapareció de sus cuerpos y la intimidad que habían sentido al estar en su propia burbuja bajo las estrellas. 

Se sentía cobarde por no atreverse a verlo, ni siquiera en el salón de clases le daba tiempo de hablarse o siquiera mirarse porque llegaba justo cuando el profesor entraba, con la excusa de no tener ningún tiempo libre para que pudieran acercarse. Las sesiones de estudio ya no surgieron, ni siquiera se había dedicado a repasar por estar enfocado en evitar al omega, tanto que descuidaba también el entrenamiento. 

Sintiéndose mal, guardó el equipo en una de las bodegas cercanas, cerrando el candado antes de dirigirse al vestidor. Sabía que estaba haciendo mal las cosas, sentía que de algún modo estaba lastimando a Taehyung por su falta de comunicación, además que su lejanía era muy notoria, no podía negar que no lo estaba evitando a propósito. 

¿Acaso sentía miedo? ¿Por qué sentir miedo? Solo fue un beso, uno que lo dislocó por completo y alteró todo lo que parecía conocer. ¿Taehyung sentía algo por él? Imposible, eso no podía suceder porque sus castas eran diferentes, el rubio merecía un buen alfa que impresionara a todos y fuera leal a su lado, un alfa que lo pudiera cuidar y con el cual formarían una vida juntos y una familia, toda una historia que él no podría. ¿Qué le podría ofrecer siendo un beta? Simplemente una gran decepción, podría apostar que a su familia ni siquiera le agradaría la idea de que su hijo estuviera con un beta en lugar de un alfa como Jaewoo, con un buen estatus y siendo bueno en todo lo que hacía. 

Y un extraño malestar se instaló en su pecho, demasiado mortificado por sus pensamientos y decisiones. Al final del día, aunque solo hubiese sido un beso, sabía que solo se avecinaban problemas al centrarse como un primer paso, debía de cortarlo de raíz antes de que alguno de los dos pudiera salir lastimado.

Y, solo tal vez por esa ocasión, odiarlo sea la única forma de evitar el dolor para los dos. 

Hate You | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora