Capítulo 15.

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El aire estaba cargado de tensión cuando Taehyung se quedó paralizado por las palabras de Jungkook, el beta que había capturado su corazón. Las lágrimas amenazaban con emerger en sus ojos mientras trataba de procesar lo que acababa de escuchar.

El omega no tuvo el tiempo suficiente para detenerlo, solo observando la figura del beta alejarse mientras sentía como si su corazón se apretujara con fuerza contra su pecho, doliendo. Su lobo estaba en la misma situación de trance, dejando escapar feromonas de tristeza conforme asimilaba las palabras, ¿Qué es lo que sucedió? 

Cayó de rodillas contra el suelo, la frialdad y la soledad del vestuario envolviéndolo mientras sus hombros comenzaban a sacudirse de manera violenta por el llanto que estaba reteniendo, pero que no tardó mucho tiempo antes de que el primer sollozo escapara de entre sus labios. No tuvo la noción del tiempo en que se mantuvo en esa posición, solo fue consciente que sus extremidades se sentían entumecidas y necesitaba salir de ahí antes de que se hiciera más tarde de lo que ya era. 

Arrastrando los pies, llegó hasta su hogar de una manera casi inconsciente, sin siquiera saludar a su abuela en el camino y encerrándose directamente en su habitación. Decidió mantenerse encerrado hasta que fuera necesario, sin siquiera procurar lo que sucedía en el exterior. 

Después de ese día, Taehyung se sumió en un estado de confusión y tristeza. Intentó mantenerse ocupado con sus actividades diarias tan pronto como sacudió su cuerpo y se dispuso a ir a clases, pero cada momento libre estaba lleno de pensamientos sobre Jungkook y lo que podría haber sido si tan solo hubiera tenido el tiempo suficiente para contestarle ese día. 

Se había mortificado lo suficiente con todos los posibles escenarios que pudieron haber sucedido, ¿La respuesta que él le daría? Aún estaba perfeccionándola, en unos casos gritaba de frustración, en otros pocos trataba de razonar la situación, y en uno solo se mantenía callado solo para acercarse a él y tratar de demostrarle que nada de ello importaba, lo único que debería de importar era lo que pensaban y sentían ellos. 

Por otro lado, Jungkook luchaba con la culpa y el arrepentimiento por haber lastimado a Taehyung. A pesar de sus mejores intenciones, sabía que había causado dolor a la persona que más quería en el mundo.

Ambos se encontraban atrapados en un torbellino de emociones, sin saber cómo seguir adelante después de haber sido separados por las expectativas de su sociedad. Pero en el fondo de sus corazones, sabían que el amor que compartían era demasiado fuerte para ser ignorado, y que algún día encontrarían una manera de estar juntos, sin importar las barreras que se interpusieran en su camino. 

Por ello, el omega se había levantado una mañana decidido a confrontarlo ese mismo día y no pensaba posponerlo por más tiempo. Aún y cuando los nervios estaban a flor de piel, se negaba a dar marcha atrás, inclusive si su mejor amigo le repetía la misma pregunta una y otra vez sobre si estaba seguro de lo que haría. 

—Tae, piensa bien en lo que dirás y cómo lo harás, ¿En dónde piensas confrontarlo?—Cuestionó con el ceño fruncido, cruzándose de brazos. 

—Nuevamente en los vestuarios. 

—Eso es muy público, ¿Has escuchado lo que dicen en los pasillos? Todos han notado el cambio que has tenido de actitud, y lo están conectando con el chico con el cual estuviste comiendo en cafetería hace un tiempo. 

—Jimin, agradezco tu intención de preocuparte por mí, pero son los mismos comentarios de las mismas personas que quiero evadir en estos momentos. Es por ellos que Jungkook dijo lo que dijo, los estereotipos que nos ponen a cada uno de nosotros es tedioso, ¿Por qué debería de esconderme cuando lo que quiero es demostrarle que nada de ello me importa? 

Hate You | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora