Capítulo 21.

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Jungkook había presentido para aquel día que algo malo estaría sucediendo, en verdad tenía una corazonada que algo malo pasaría si asistía a clases, inclusive pensó que sería una buena idea faltar y quedarse en casa, sin embargo el mensaje de buenos días de cierto omega lo motivó a salir de su habitación. 

Por ello, trató de ignorar aquel mal presentimiento y se enfocó en sus clases, siendo molestado en ratos por su mejor amigo y en otros ratos compartiendo miradas con Taehyung, el cual se giraba brevemente sobre su asiento para verlo y sonreírle, haciendo su corazón latir furiosamente. 

Aún no se hacía por completo a la idea cómo es que tenía la completa atención del rubio porque, por la diosa luna, él se encontraba enamorado del omega desde el uso de razón, ¿Cómo actuar con el conocimiento de que todo ese tiempo fue mutuo? El mero pensamiento lo hacía sonreír, inclusive querer salir corriendo y gritar a los cuatro vientos que eso realmente estaba sucediendo, pero la cordura entraba en su sistema. 

Y todo su buen humor no estaba dispuesto a desaparecer, no cuando había obtenido los mejores días de su vida y no planeaba mancharlos por su reingreso al entrenamiento, a pesar de que el aura dentro de los vestidores lograba sentirse más pesada que en otras ocasiones. El beta trató de convencerse que solamente se trataba por su enfrentamiento en el partido pasado, no sería bien visto gracias a la palabrería de Jaewoo durante su ausencia, y aún y cuando hubiera tenido presencia, sabía que lo que dijera el alfa sería creíble para todos a diferencia de lo que el beta pudiera decir. 

Dejó los pensamientos negativos y salió de los vestidores en dirección al campo, comprobando tener todo lo que necesitaba sin percatarse de la mirada detrás suyo. El alfa lo estaba acechando junto a su grupo, sin evitar recordar lo que sus ojos habían presenciado solo apenas el viernes pasado, ¿Cómo podía pasarlo por alto? Sería un golpe bajo a su imagen si todos se enteraran que su omega prefería un beta sobre él, sería humillante. 

—Como les dije en el vestidor, ¿Entendido?—Susurró el alfa en un tono seco, tronando sus dedos para desviar la tensión acumulada. 

Los demás alfas asintieron, adelantándose al campo para tomar sus respectivas posiciones. Habían decidido que era hora de poner a Jungkook en su lugar de una vez por todas.

Una vez que todo el equipo se encontraba en el campo, el entrenador, ajeno a lo que estaba por suceder, ordenó una serie de ejercicios de contacto físico. Jungkook se alineó frente al alfa, quien tenía una mirada de determinación sombría en su rostro. La tensión se podía sentir entre los dos, pero el azabache se dispuso a ignorarlo con tal de poder hacer lo que el entrenador indicaba. 

—Vamos a ver qué tan bueno eres, beta.—Murmuró Jaewoo, apenas audible para el azabache.

El ejercicio comenzó, y antes de que Jungkook pudiera reaccionar, Jaewoo y su grupo lo atacaron con una brutalidad inesperada. Los empujones y los golpes llegaron rápido y con fuerza, despojando a Jungkook de cualquier oportunidad de defenderse. El campo se convirtió en un caos mientras los demás jugadores se detenían, sorprendidos por la ferocidad del ataque. Todo parecía ir en cámara lenta, perplejos por la escena que estaban presenciando frente suyo hasta que el grito del entrenador los sacó de su trance, volviendo a la realidad y tratando de interferir. 

—¡Alto, alto!.—Gritó el entrenador, corriendo hacia el tumulto. Pero antes de que pudiera intervenir, Jaewoo derribó a Jungkook al suelo con un golpe contundente. 

—¡Mira a este beta insignificante!—Gritó el alfa, sus ojos brillando de furia y malicia.—¡Se atrevió a besar a mi omega! 

Un silencio atónito cayó sobre el campo. Los jugadores, el entrenador y las pocas personas que transitaban cerca se quedaron helados ante la acusación. Los murmullos y chismes comenzaron a esparcirse como fuego, sorprendidos por la repentina declaración. ¿Habían escuchado bien? 

Hate You | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora