Quatre

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𝓤𝓷 𝓰𝓪𝓻ç𝓸𝓷 𝓶𝔂𝓼𝓽é𝓻𝓲𝓮𝓾𝔁 ?

Remus regresó a su dormitorio después de una agotadora jornada de clases. La pesadez en sus hombros parecía disiparse al entrar en su pequeño refugio en Hogwarts. Sus pensamientos se dispersaron mientras observaba la cama y notó la caja de chocolates junto a una carta.

—¿Qué es esto? —murmuró para sí mismo, su mirada curiosa posándose en el regalo. Se acercó con cautela y leyó la carta con un nudo en la garganta.

"Oh, luna mía, permite a este noble caballero ser tu sol..." —susurró, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. La mención de la luna lo hizo sonreír, como si la noche misma le estuviera susurrando palabras de cariño.

Continuó leyendo, absorbiendo cada palabra escrita por ese admirador secreto. La idea de ser observado en la oscuridad de la noche lo hizo sentirse apreciado y especial. Los elogios se deslizaban como suaves caricias en su alma, y no pudo evitar sonreír ante la comparación con la luz de la luna.

—¿Quién podría ser tan romántico y lindo? —se preguntó en voz alta, su mente llenándose de pensamientos sobre quién podría haberle dedicado esas dulces palabras. La incertidumbre y el misterio añadían un toque emocionante a la situación.

Tomó la caja de chocolates, observando las estrellas y constelaciones decorando el envase. El detalle era encantador y evidenciaba un conocimiento profundo de sus preferencias.

—Me pregunto quién puede ser tan cursi —soltó una leve risa mientras tomaba un chocolate y lo llevaba a su boca. —Delicioso —dijo saboreando el dulce.

—¿Qué tienes ahí, Moony? —dijo Sirius, tocando el hombro del castaño y asustándolo.

—¿En qué momento llegaron? —miró a sus tres amigos mientras ponía la caja detrás de él.

—Eso no importa, dinos qué traes ahí, Remus —se acercó James, tomando la caja de dulces.

—¡Oye, no toques! Son míos —le soltó un golpe en la mano y le arrebató la caja.—Deja de ser un metiche, Prongs.

James retrocedió con una sonrisa juguetona, levantando las manos en señal de rendición. —Está bien, está bien, tranquilo, Moony. No queremos robarte tus preciados dulces.

Sirius, con una expresión traviesa, intentó acercarse nuevamente a la caja, pero Remus lo detuvo con una mirada firme.

—Ni lo intentes, Black. Estos son para mí y para mí solo.

Remus se aferró a la caja de chocolates con determinación, sintiendo que la presión de sus amigos por obtener algunos era solo parte de su juego habitual. A pesar de la insistencia de Sirius y James, decidió mantener su postura y no ceder ante sus bromas.

—Vamos, Remus, ¿no compartirías un poco de esa delicia con tus leales amigos? —preguntó Sirius con una sonrisa pícara, intentando alcanzar la caja nuevamente.

—No, lo siento, chicos. Estos chocolates son un regalo especial y prefiero disfrutarlos solo esta vez —respondió Remus, manteniendo la caja fuera del alcance de sus amigos.

—Está bien, está bien, no te preocupes, Moony. No te forzaremos a compartir —dijo James con una risa, mientras se acomodaba en una silla cercana.

—Bueno, nos vas a decir de quién es? — Pettigrew se sentó junto a Remus, ansioso por descubrir el misterio.

—La verdad, ni yo sé. Cuando regresé, la caja estaba en mi cama con esta nota. — Remus pasó la nota a Peter, mientras James y Sirius se acercaban rápidamente para leer.

—¡Qué cursi! — Sirius hizo una mueca y se alejó.

—¡Dios, qué bonito! —James y Peter soltaron un suspiro al unísono.

—Lo más seguro es que haya sido tu novio, ¿no? —mencionó el pelinegro.

—Uhm, me gustaría creerlo, pero lo conozco, y no es tan romántico. Además, su caligrafía no es tan bonita como la de la carta. — Remus sonrió avergonzado mientras volvía a tomar la carta. —Y además, él detesta que coma chocolates, dice que engordan... —dijo en un susurro apenas audible.

—Es un completo idiota. No entiendo por qué están juntos. — James bufó molesto. Realmente, no le agradaba para nada el novio de su amigo; siempre hacía que Remus se alejara de ellos.

—Basta, James. Eso no importa ahora. Lo que importa es saber quién envió esto! —golpeo su hombro levemente Peter.

—Hey chicos, en serio, no creo que esto sea tan importante. Recuerden que tengo novio y no tendría sentido conocer al tipo que envió esto —Remus miró al grupo con una mueca.

—Vamos, Remus. Si descubrimos quién es, podrías pedirle que te deje en paz. Quizás encuentres un nuevo amigo o incluso una mejor opción de pareja.

Remus rodó los ojos, cansado de la enemistad entre sus amigos y su pareja. Había intentado que se llevasen bien varias veces, pero nunca funcionaba.

Mentiría si dijera que no sentía curiosidad por su admirador secreto. Ansiaba descubrir quién le dedicaba esas dulces palabras, pero no dejaría a su novio por ello. Además, ¿qué mal podía haber en satisfacer su curiosidad?

Examinó detenidamente cada objeto dejado por el misterioso chico. Finalmente, encontró un cabello largo y rubio atascado en una esquina del sobre dónde venía la carta.

—Miren chicos —sacó el cabello, mostrándolo a sus amigos.

—¡Vaya! Tenemos dos pistas. Primero, Rubio oxigenado y segundo, no muy listo —exclamó James con entusiasmo.

—Es un buen comienzo, pero hay tantos rubios en esta escuela que no podemos estar seguros de quién viene — dijo Sirius, tomando el cabello, examinandolo y luego arrojandolo por algun lado.

—Bueno, al menos podemos ver algunas opciones de quién podría tratarse ¿no? — preguntó Remus, buscando más pistas sin éxito.

Después de charlar un rato sobre posibles candidatos y descartar algunos nombres, decidieron ir a dormir. Sabían que podrían resolver el misterio mejor descansados.

Sin embargo, Remus no podía dejar de darle vueltas en la cama. Uno de los nombres mencionados resonaba en su mente: el rubio al que había estado atraído durante años. ¿Podría ser él? No, claro que no. Sus amigos decían que era insensible y arrogante. Además, Lucius no se fijaría en alguien como el y sospechaba que estaba involucrado con el hermano menor de su amigo. Al recordar eso descarto rápidamente la idea y trató de dormir. ¿Por qué se sentía tan mal? ¿Por qué estaba decepcionado? Tenía novio y debía respetarlo.

Moony [R'L/L'M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora