Capítulo 4

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Dazai se dirigió hasta el sofá y yo le seguí con los brazos cruzados, la verdad es que tenía miedo de lo que me diría, no hablábamos hace mucho tiempo y ahora tenía que escucharlo sabiendo que sabía de mis sentimientos, pues seguro que leyó todas las cartas que tenía.

-Y bien?- Me senté en el sofá, lo más alejado posible de él, mientras lo miraba fijamente- Que quieres? 

-Para empezar, hola.

-Hola.

-De segundo, las cartas- Lo dijo mientras agitaba la carta en su mano izquierda, he de admitir que ese gesto me enfureció.

-Dazai, que mierda me estás diciendo; primero, qué mierdas haces en mi casa; segundo, por qué leíste mis cartas y tercero, vete a la mierda.- Con cada cosa que le decía mi enfado crecía más.

-Chuuya, verás, yo...- Mientras murmuraba miraba sus manos, pareciendo arrepentido, pero eso ya no me importaba.

-Dazai, sabes que es muy injusto que vengas ahora de vuelta?

-Si.- Me miró a los ojos

-Y porqué has vuelto?- Me cubrí la cara con las manos.

-Quería hablar contigo...

-Hablar de qué? Que mierdas tienes que decir ahora?- Quité las manos de mi cara y le devolví la mirada.

-Puedes dejarme hablar, por favor?

Como respuesta simplemente no respondí.

-Verás, cuando ocurrió todo, yo no estaba en mi mejor momento, y tomé decisiones equivocadas, una tras otra, y entonces, cuando pensé que todo iba un poco mejor, Oda murió- Miró sus manos- En aquel momento entré en pánico, él era mi guía y lo perdí tan fácilmente que no supe que hacer y hui, sé que lo que hice no estubo bien,  te juró que pensé en llamarte y decirte lo que iba a hacer, pero no creía que fueras a venir conmigo, pero, después de leer las cartas...

-Las cartas ya no son nada, las cartas ya pasaron, las cartas son un recuerdo de lo que creía que pudo haber llegado a ser lo nuestro y de lo que murió cuando te fuiste, ahora estoy con Tachihara y soy muy feliz, así que ahora te pediré ,amablemente, que te marches.

-Muy bien, lo entiendo, pero crees que podríamos hablar un día, cuando tú quieras, te dejo mi teléfono y me largo-Suspiré.

-Vale, pero no vuelvas hasta que te llame yo.

Y de ahí se levanto y se dirigió a la puerta y cuando estaba en el umbral se volvió un momento hacia mi, pero sin mirarme.

-Chibi?

-Si, Dazai?

-No dejes que Tachihara te ponga un apodo.- Mientras dijo eso me miró directamente a los ojos, supongo que había intuido la verdadera razón por la cual no le dejaba a Tachi llamarme por un apodo. Es algo que solo sabemos Dazai y yo, algo tonto, pero que en su momento me marcó.

-No lo haré.- No pude responder otro cosas mas que eso, sin embargo, en cuanto lo dije, desvié la mirada, no podía seguir mirándole tan directamente sin que mi muralla contra él, la cual había tardado tanto en contruír, se desmoronase

-Gracias.

Y después de esa mini charla se fue definitivamente de mi hogar, dejandome con la cabeza hecha un desastre.

-Mierda.

Hola, Dazai - SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora