Carta 4

138 20 5
                                        

Hola, Dazai.

No creo que lo sepas, pero un día casi me declaro, lo sé, una locura, pero en ese momento era más joven, y en mí desenfrenado enamoramiento pensé que era buena idea. Debió ser al año de conocernos, ya no recuerdo muy bien en qué época fue, pero me acuerdo perfectamente de todos los de más detalles y el porqué no se me ocurrió volver a intentar expresarte mis sentimientos.

Todo empezó tras darme cuenta de lo que sentía por ti, siempre me costó entender mis sentimientos, pero este lo tuve muy claro, lo cual tomé como una señal para declararme.

Te llamé a eso de las seis de la tarde para vernos en el parque en el que siempre quedábamos, aquel que tenía una heladería en la calle de enfrente, pues me parecía el lugar más apropiado para una declaración, sobre todo con el atardecer de fondo.

Creo que incluso pensé que me corresponderías.

Que tontería.

Tocaron las seis y no apareciste, igualmente me quedé a esperarte, ya que siempre llegabas algo tarde, finalmente llegaste a las siete, y no llegaste solo, llegaste con dos compañeros del trabajo, uno era Oda y el otro Ango, los conocí ese día, aunque de Oda ya me habías hablado en otras ocasiones.

La verdad es que eso no me lo tomé mal, al fin y al cabo, no te había dicho que era algo tan íntimo, así que solo retrasé mi declaración y fuimos todos juntos a tomar algo a un bar que solíais frecuentar.

Recuerdo que Oda y tú parecías muy cercanos y os reías mucho entre vosotros con vuestras bromas privadas, no le tomé mucha importancia, o al menos, no quería que tuviese importancia, ya que conmigo también te reías.

Y en un momento, de eso sí que no me acuerdo bien el cómo o porqué, quedé a solas con Ango. Me empezó a decir que era algo común como os tratabais así de cercanos, pues erais casi algo, pero nada oficial.

Yo le sonreí e hice como que me alegraba, pero no fue así. Después de ese duro golpe de realidad fingí un poco más y dije que no me encontraba bien, que tal vez estaba algo enfermo y que me iba a mi casa, me preguntaste si necesitaba que me acompañases, pero decliné la oferta, estaba destrozado y estuve así un par de días más, tú lo notaste e intentaste sacarme el porqué estaba así, sin embargo, no te dije nada.

Eliminé la idea de declararme, aunque a veces pensase que tal vez podría llegar a gustarte, me deshice de aquella ocurrencia tonta y me juré que te empezaría a ver como un amigo, y nada más que eso, que seguiríamos como habíamos estado hasta ese momento.

Y lo logré, aunque solo fuese en parte.

Y tú nunca te enteraste de ese suceso.

Y yo me quedé con el corazón roto, con la seguridad de que siempre sería una opción para los demás, pero nunca sería al que eligen.

Y acepté mi destino.

Todo esto lo superé, en serio, no fue tu culpa, solo es que no me querías como yo te quería ti, pero ahora encontré pareja y creo que él me quiere como me hubiese gustado que me quisieras.

Hola, Dazai - SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora