Capítulo 9.

237 36 10
                                    

Zafiro. 

Después de un intenso debate con Rubí, finalmente he decidido ponerme una ropa deportiva más acorde. Ella si pudo darme razones lógicas para no usar un top y mallas finas, como lo es el clima y que aunque haya sol no es el mismo calor que en Italia. El frío de Rusia siempre esta latente y para una extranjera nunca será igual. 

—¿Todavía sigues molesta?— me pregunta deteniendo la caminadora. 

De todas formas vine a entrenar al gimnasio interior que hay en la propiedad, después de ser arrastrada con una camisa de fuerza no me quedaron ganas de seguirme exponiendo. 

—No lo sé— le digo sincera— claramente estoy molesta con él por creer que soy de su propiedad, pero otra parte de mí parece alegre porque me note finalmente— arrugo el entrecejo al pronunciar la frase— pero también sé que ya no es el momento. 

—¿El momento para qué?— me consulta poniéndose frente a mi caminadora. 

—Para nosotros— le respondo con honestidad mientras corro— eso ya no existe. 

—Yo lo veo más presente que nunca Zaf o me vas a decir qué todos estos años nunca esperaste que él viniera por ti y fuera un esposo realmente— sus ojos verdes me acusan. 

—Ya ni siquiera lo recordaba Rubí, deje de ver a Vicious como mi esposo cuando no pudo protegerme ni amarme más que a sus hermanos— quienes siguen merodeando. 

—Eran otros tiempos— ruedo los ojos y detengo la maquina. 

—¿Lo estas defendiendo?— me bajo buscando mi botella de agua— ¿Por qué ayer lo insultabas y hoy tienes esperanzas en este matrimonio que nació muerto?

—Nunca podría defenderlo, menos si esta en una lucha contigo, solo quiero que seas feliz y pienso que estos años solo has estado fingiendo que todo esta bien— se pone a mi lado— Agradecida de Dominic por tomarte de vuelta y haciéndote la fuerte como siempre quiso, pero tampoco eras tú, eras quien creías que debías ser para no volver a decepcionarlo. 

Me siento y toma el lugar a mi lado. 

—Si hubiera escuchado a Dom jamás me habría casado con él, todo lo que me advirtió que sucedería, lo hizo y peor— siempre he sentido culpa por mis acciones— hasta hoy estamos amarrados a los deseos de Vicious o crees que no sé que Dom debería estar a la cabeza de el Concilium y lo cedió por mi culpa. 

—No fue por tu culpa— entra al gimnasio exactamente a quien no deseo ver— perdió la cabeza de el Concilium porque tu hermano no sabe negociar, ni siquiera lo intenta de hecho, no tiene grandes aspiraciones y es conformista. 

—¿Hace cuánto que estas escuchando atrás de la puerta?— se cambio de ropa, también viene con ropa de deporte ahora. 

—Lo suficiente para deducir que mi esposa se arrepiente de haberse casado conmigo y que al parecer soy el peor de los monstruos— va a la sección de peso— Rubí, tienes una llamada en el despacho, Dimitry te esta esperando para acompañarte. 

Rubí se levanta rápidamente. 

—¿Una llamada de quién?— le pregunta nerviosa. 

—Un hombre de tu madre, dice que solo hablará contigo— no le da importancia. 

Me mira confundida. 

—Ve— la incito y asiente— avísame si pasa algo. 

Se va de inmediato y sale dejándome con Vicious. 

—Sigue hablando, finge que soy Rubí y yo te daré el consejo más cliché que vas a escuchar en tu vida, no tengo mucho de chica asiática, pero imagíname— se burla de mis conversaciones con Rubí. 

Vicious Wedding © [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora