Capítulo 11

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—¿Alo? —preguntó Luis al teléfono —Bien ¿y usted?... me alegro... no... estoy en la playa con una amiga... si... no... llegaré tarde... no lo sé... ¿mañana?... okey... lo mantendré al tanto... de acuerdo... adiós....

Cuando Madeline lo oyó despedirse se alejó unos pasos de la tienda, sentándose donde antes estaba Luis y esperó a que él saliera

Pasados unos segundos él salió de la tienda un poco serio, antes de colgar había visto la sombra de la muchacha fuera de la carpa, era evidente que había escuchado y debía darle alguna explicación para que no pensara mal de él

—¿Todo bien? —preguntó Madeline mientras él salía de la tienda

—Si, solo me llamaban del trabajo, un cliente quería adelantar unas cosas

—¿Qué cosas?

—Una página web que estoy creando para su pyme

—¿Creas páginas web?

—Sí, me especializo en informática ¿no lo sabías?

—¿Cómo lo iba a saber si no me lo contaste?

—No sé... quizás por Miguel

—No hablo con él sobre ti, egocéntrico

Luis río, definitivamente eso iba para discusión, pero sin querer discrepar ese día con ella, la asió de la mano y fueron hacia la orilla, donde el agua tocó sus pies

—Dios, está helada —reclamó la chica

—Hace calor, el agua helada en esta fecha es de lo mejor

—No estoy acostumbrada

—Deberías acostumbrarte —dijo mientras con el pie golpeaba la arena salpicando agua

—¿Qué haces?

—Vinimos a mojarnos ¿no? —contestó con una sonrisa que a ella no le gusto

—Ni se te ocurra... —dijo entendiendo lo que él quería hacer

—Yo creo que sí —musitó mostrando una sonrisa picara

Madeline dio media vuelta y se echó a correr, ¡la quería tirar al agua! Luis divertido la persiguió y unos metros después la alcanzó, la agarró de la mano y de un rápido movimiento la subió a cuestas, definitivamente lo haría

—¡Ni se te ocurra!

—Ya se me ocurrió...

—¡Te mato!

Sin hacer caso y divertido por los gritos e insultos de ella se acercó al agua, hasta que este le llegó al torso

Las olas en ese lugar eran tranquilas, el mar estaba calmado y frío, bastante frío... sin pensarlo bajó a la chica que se agarraba de su espalda para no tocar el agua, y cuando por fin logró que se soltara y cayera al agua esta soltó un grito

—Esta helada, está helada, esta...

Se vio interrumpida cuando el agua golpeó su cara y abriendo los ojos vio a un burlón Luis, que para calmarla le había tirado agua en la cara

—Ahora si te mato... —dijo mientras le tiraba agua de vuelta

Durante un rato jugaron a tirarse agua, se intentaron derribar y nadaron como auténticos niños

Luis en un intento de derribar a Madeline, se vio atrapado por los pies de esta y de un movimiento ambos cayeron bajo el agua

Lo estaban disfrutando, después de esa aterradora noche, el haber salido a ese lugar, con ese hombre, hizo que Madeline se olvidara por completo de lo sucedido, se sentía segura con él y por más que discutieran por tonterías, le agradaba su presencia

Una mirada tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora