"Damas y Caballeros, yo soy una leyenda y la leyenda continua"
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*después de como medio siglo el desgraciado xd*
Hola gente como están espero que bien solo he venido a darles un poco de alegría con un nuevo capítulo, y si ya me había tardado muchísimo y no saben cómo estoy de agradecido por su paciencia y por como apoyaron esta historia y sin más vamos por el capítulo.
Algo más para aclarar es que este capítulo es la continuación del principio del capítulo 1 antes del recuerdo de zenitsu sin más que decir vamos con el capítulo N°8.
Luego de tomar un baño y cambiarse de ropa se dispuso a salir de la finca que antes le pertenecía al expilar del rayo, pero antes de que abriera la puesta de la gran finca escucho como alguien tocaba la puerta, el no esperaba visitas en su mente rogaba que no fuera de nuevo la hermana menor de su compañero cazador no estaba mentalmente estable para verla otra vez, abrió lentamente la puerta esperando lo peor pero para su "buena suerte" era nada más ni nada menos que el expilar del sonido Uzui Tengen.
—Uzui, ¿qué haces aquí? — pregunto confundido el rubio con una ceja levantada.
—¿Que el acaso tu extravagante maestro no puede visitarte? — respondió y a la vez pregunto el albino a la pregunta de zenitsu.
—no es eso, es solo que no esperaba tu visita por aquí y además ¿quién te dijo dónde estaba? — dijo el ojo color dorado a su maestro.
—pues eso es un secreto que luego te diré — no le quería contar que la que le dijo a donde estaba era Mitsuri, luego de insistirle tanto que le cuente a donde se dirigía su aprendiz ya que esta lo sabía.
El rubio decidió no darle más vueltas al asunto y solo se limitó a suspirar cansado de lo que le está pasando últimamente.
—está bien no insistiré, ahora ya enserio dime ¿para qué viniste? —pregunto nuevamente el rubio sin creerle la excusa de que lo venía a visitar.
—me entristece saber que mi aprendiz no cree en mis palabras, pero si es cierto que te vine a visitar y además te vengo a invitar a — se empezaron a escuchar sonidos de tambores mientras que uzui se puso en una extraña posición que según él lo hacía ver extravagante —comer el nuevo manjar culinario de mi restaurante favorito — dijo energéticamente mientras tiraba confeti al aire — y que dices — pregunto con mucho entusiasmo el peliblanco.