-Dígale que voy en camino.
Max colgó el auricular. El presentimiento de que lo había hecho correr hacía la casa para hablar con el hospital, se había convertido en miedo. Según la enfermera, Frans se encontraba mucho mejor y "Ordenaba" que fuera al hospital enseguida.Frans encontraría gran satisfacción en destrozarlo antes de anunciar que lo dejaba fuera de su testamento.
A pesar de todo, la mejora de su salud era un alivio. Él no lo sabía, pero que cambiara el testamento y lo dejara fuera le quitaba un enorme peso de encima. No tendría nada que reclamar nada cuando muriera. Y si eso ocurría, él y Sergio podían ser libres.
-¿Cómo esta?-Preguntó Sergio desde la puerta.
-Bastante bien, ha salido de la UCI y quiere que vaya al hsopital enseguida.
-Yo te llevaré.
Max negó con la cabeza.-No gracias.
-No deberías ir solo.
-He ido solo al hospital todos los días durante un mes.
-Te has casado conmigo y Frans lo sabe.
-Por eso ha llamado, ya lo sé.
-No quiero que vayas solo-Insistió Sergio-Si te trata mal como suele hacer, no quiero que vuelvas conduciendo.Max apartó la mirada. Frans estaría furioso por lo del matrimonio y tendría que soportar un tormento cuando fuera a visitarlo, estaba seguro. Pero no podía confundir la preocupación de Sergio.
Él había dejado en claro que todo lo que hiciera tenia que ver con el por que estaban casados. Por que era su esposo y llevaba el apellido Pérez. Probablemente era más un sentimiento de posesión que algo realmente personal.
No podía permitirse pensar que era algo más, el insitinto de supervivencia le decía que se distanciara de Sergio y Max se obligo a sí mismo a mirarlo a los ojos, aparentando despreocupación.
-¿Qué podría decirme que no haya escuchado ya? Lo único nuevo que pude decir esta vez es; "Estás fuera de mi testamentos, no heredaras el Four Bulls"
-¿Y podras soportarlo? Además, supongo que dira cosas bonitas sobre un matrimonio con un Pérez.Su persisitencia lo frustraba. Max, mejor que nadie, sabia lo que le esperaba. Consiguió sonreír, pero sabía que era una sonrisa falsa.
-No necesito un protector.
-Lo que no quieres es un testigo.
Aquella vez su percepción hizo que se sintiera resentido.
-Eso es, Pérez. ¿Por qué no me dejas en paz?Debía ser lo más petulante que había dicho en toda su vida. Cuando vio el brillo de sopresa en los ojos del hombre se dio cuenta de que él no lo esperaba.
Pero ¿Por que iba a a esperarlo? Hasta aquel momento, Sergio había conseguido de él todo lo que quería. Como que confiara en él o en insistir en que compartieran su cama.
A pesar de lo que él le había dicho sobre perder la independencia en Las Vegas, Max no podía perder la suya. Y era el momento de demostrarselo.
-Voy a ir solo al hospital.
-Muy bien Max, te dejaré en paz.✺¸.•'*¨'*•✺ ✺•*'¨*'•.¸✺
Max no había conseguido calmarse mientras conducia por la autopista. El desayuno que se había obligado a tomar parecía una piedra en su estómago y los antiácidos no habían hecho efecto.
Estaba a punto de perder su única oportunidad de heredar el For Bulls, pero tenía que darle a Frans la impresión de que lo le importaba, que no le causaría dolor.
Max se paro un momento frente a la puerta de la habitación de su abuelo e intento calmarse un poco. Sergio lo hacía sentir inseguro sobre su habilidad para esconder sus sentimientos. Aunque Sergio era más receptivo que Frans y Lando.
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Más que una herencia. ❉
RomanceNecesitaba salvar su casa y para eso tenía que encontrar...¡Un esposo!