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POV Rosé.

Eran las 9:30pm, mi horario de salida había pasado una hora y media atrás pero mi jefe el gran químico Park estaba aún trabajando, yo no lo podría dejar solo, ya es un hombre mayor, enviar los correos con los resultados o simplemente imprimirlos, todo eso era complicado para el, aunque nosotros trabajamos en el corporativo también contaba con el laboratorio más grande de todas las sucursales, yo trabajaba directamente con el dueño mayoritario de los laboratorios clínicos Park & Manobal C.O. Empresa fundada por el señor Park y el padre de la insufrible Lalisa Manobal, el señor Marco, falleció hace 15 años, desde entonces la insoportable Lalisa está a cargo junto con el señor Park mi gran jefe, no sabía cómo podría trabajar con ella, mi jefe era honorable, respetuoso,  amable, agradable, nada que ver con el horrible carácter que tenía Lalisa, se creía la perfección andando, su actitud tan narcisista, haciendo sentir a todos inferiores, su forma irrespetuosa de tratar a todos, además de que no había una sola alma que pareciera no caer a su "encantadora" apariencia, que sigo sin comprender que es el atractivo que le encuentran.

-¡Cuidado!- Me avisa un joven esquivándome hábilmente casi terminó bañada de sangre con  las muestras que traía un hematólogo.

-¡Lo siento, perdón!-Me disculpo avergonzada.

-Tenga más cuidado señorita Rosaura.-Me regaña la odiosa Lalisa con su molesta voz, aunque no es mi jefa directa, no deja de ser la socia de mi jefe, ¿me llamo Rosaura?

-Roseanne, me llamo Roseanne.- Se que es muy estupido corregirla, pero ¡no es tan difícil!

-Debería traerme una bebida, señorita secretaría.-¿Lo hace para molestarme? No, claro que no, su sentido narcisista, es incapaz de tratar bien a un ser humano que no sea ella misma.

-Soy asistente.-Digo gruñendo.

-Que sea de dieta.- Dice continuando su camino ignorando mi respuesta.

-¡Ahhh!- Gritó en silencio.
-Gigantona engreída.- Digo sin percatarme que mi jefe estaba tras mi chocando con el.

-¿Quien ha molestado tanto a mi ardillita?- Se burla el señor Park.

-Su molesta socia.- Digo enfurecida.
-¿necesita algo? porque yo necesito conseguirle a su socia un refresco dietético- Le pregunto en un tono más calmado, el señor Park no tenía la culpa de que su idiota socia me amargara el día.

-No querida, pero te acompaño, necesito contarte algo.- Me dice con su cálida sonrisa, ¿que tenía ese hombre que me sentía protegida con el? Me transmitía esa seguridad que si hubiese tenido padres, se que me habría sentido así con ellos.

-Claro, dígame.-Respondo introduciendo el billete a la máquina y seleccionando la bebida dietética.

-Bien, esta semana, esta semana será mi última semana, me voy a retirar, yo necesito descansar, sabes que el trabajo que tengo como químico es muy delicado, no puedo cometer errores, mi vista ya no es la que tenía hace 15 años, ni siquiera la que tenía hace 5 años, tú eres una gran ayuda, pero, Lili ya está lista para continuar el legado.- Me dice con una voz tranquila mientras grandes gotas corren por mi mejilla, el era mi mentor, y no solo eso, era mi protector, estaba sola en el mundo y el era lo más parecido a una familia que tenía, aparte de Jennie y su esposa Jisoo, mientras el solo sonríe y seca mis lágrimas con una calidez en sus manos.

-¿Y yo? Cuando usted se vaya, su socia me despedirá sin pensarlo.- Le digo pensando ahora en el trabajo y en la universidad, necesito el trabajo para continuar mi carrera y necesito mi carrera para obtener un mejor puesto, ahora lloraba con terror por el futuro.

-Tranquila Rosé, no te despedirá eres una gran asistente, eres eficiente, rápida.- El señor Park continuaba dándome cumplidos cuando siento se me eriza la piel, y ese aroma inconfundible.

-¿Interrumpo a los enamorados?- Pregunta la insolente Manobal.

-Lili, podría ser su padre, incluso de ambas.- La regaña el señor Park, como siempre con una cálida sonrisa, ¿acaso nunca se enojaba? No, claro que no, su cálido corazón era lo único que había en ese hombre.

-Eso no impide que tu equipo aún intente hacer el trabajo.- Se burla la irrespetuosa mujer.

-¡Lalisa!- Sale de mi boca, odio que la lengua se desconecte de mi cerebro.
-¡Es tu mayor, no puedes ser tan irrespetuosa, desearías ser la mitad de persona que es el!-Si, mi lengua continúa desconectado de mi cerebro, por un leve momento de lucidez seco mis lagrimas y corro a refugiarme a mi oficina.






🐿️¡Bienvenidos a la historia #22, espero les entretenga y la disfruten! ¡No olviden apoyar dejando su estrellita al final de capítulo!🐿️

En manos de la directora (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora