Prólogo

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Unas extrañas criaturas habían aparecido, y nadie sabía que hacer, las armas normales no servían para matarlos ni hacerles algún rasguño.

Al principio hablaban una lengua extraña, thálassam lo habíamos llamado los humanos, pero pronto empezaron hablar nuestro idioma, de hecho, no solo habían aprendido un idioma, habían aprendido todos, inglés, italiano, español, chino, árabe...

Los humanos y los thálassamianos habían hecho un pacto, los humanos se quedarían una mitad de la tierra y las criaturas se quedarían con la otra, pero no todo era tan simple, los thálassamianos nos dividirían a los humanos en nueve secciones, en cada sección gobernaría una persona diferente y cada año el gobernador tenía que elegir a dos, daba igual el género, para ir a la tierra de los monstruos.

Nadie sabía lo que había allí, los pocos que volvían quedaban traumatizados de por vida, la mayoría se suicidaba nada más volver y la menoría no volvía a hablar jamás y muy a menudo tenían pesadillas o visiones.

Yo era parte de la sección E, donde había un gobernador mal de la cabeza que creía que podía crear una Utopía y mataría a cualquier persona para conseguirlo.

La tierra de los monstrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora