Al final Amely había optado por ponerme una sombra de ojos dorada y un pintalabios rojo no muy oscuro ni brillante, de hecho, más bien tiraba a rosa
Tyler me estaba llevando a el gran comedor, y, al igual que antes, dos guardias estaban detrás mía para evitar que me escapara
Llegué y lo primero que vi fue al gobernador sentado en la esquina de una alargada mesa, cuando me vio me dedico una sonrisa, y la verdad es que no fue muy reconfortante, más bien fue como ver toda su crueldad
- Lía querida, toma asiento – me dijo
El sonido de mis tacones llenaba el silencio que había en esa sala
Me senté en la esquina opuesta a él, ya que, quería estar lo más alejada de él posible
Intentó entablar conversación conmigo varias veces, pero todos sus intentos fallaron gracias a mis respuestas secas, así que supongo que ya dejo de intentarlo
Algunos de sus intentos fueron para picarme. "Nerviosa por ir a la tierra de los monstruos" me dijo y yo le respondí con la voz más neutral que puede "¿Nerviosa? ¿Por qué debería? No se supone que es un gran privilegio que me manden a una muerte segura". Lo cual pareció molestarle o incluso enfadarle, aunque solo fuera un poco
Bastante rato más tarde llegó Tara, con un vestido azul oscuro que hacía resaltar su figura, se había dejado es pelo suelto y se había puesto bálsamo de labios para que parecieran más brillantes
Entró de una forma en la que se notaba que estaba furiosa
El gobernador le sonrió de la misma manera en la que me lo había hecho a mi anteriormente
- Querida Tara, toma asiento
- Su majestad, que gran placer de que me reciba hoy, es muy cortes de su parte – dijo con un tono sarcástico – ay, no, espera, esto la verdad no me parece un acto de 'cortesía' si nos vas a mandar a la tierra de los monstruos, más bien parece que te quieres burlar de nosotras
El gobernador soltó una risita incomoda y nos evaluó a las dos con la mirada
- Tara, sería mejor que tomaras asiento – dijo el gobernador
- No, prefiero quedarme de pie en vez de compartir mesa con un capullo psicópata mal de la cabeza – dijo con un tono furioso– espero que lo entiendas
El gobernador chasqueo los dedos y dos guardias aparecieron
Gabe, el que me había golpeado antes, y otro que no había nunca
- Quizás ahora te quieras replantear lo de sentarte – dijo el gobernador muy seguro de sí mismo
- Haber si tus escasas neuronas lo entienden – empezó a decir – No. Voy. A. Sentarme. A. Cenar. Con. Un. Capu... - no pudo terminar porque Gabe la pego un golpe
El mármol del suelo hizo un gran ruido en cuanto Tara cayó
Me quise levantar a ayudarla, pero Amely me dijo que no me resistiera, que sería todo muchísimo peor
Levanto la cabeza hacia donde yo estaba y se limpió la sangre que le había empezado a salir por la boca y estaba descendiendo hasta su barbilla
- Llevárosla - murmuró el gobernador sin quitarle la vista de encima – ya he perdido demasiado tiempo
El guardia del que no conocía el nombre la agarró del cuello y empezó a arrastrarla por el suelo
Me levanté de mi asiento y le dediqué una sonrisa incomoda al gobernador
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La tierra de los monstros
Science FictionHace algunos años unas extrañas criaturas aparecieron, ahora el gobierno tiene que entregar a dieciocho personas al año para evitar que les destruyan.