𖹭 . 𝖽𝗈𝗌: 𝗁𝗈𝗍 𝖼𝗁𝗈𝖼𝗈 𝖺𝗇𝖽 𝗆𝖺𝗋𝗌𝗁𝗆𝖺𝗅𝗅𝗈𝗐𝗌

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Sunghoon estaba de pie en la cocina, con la vista bien fija en la sala, precisamente en el sofá, donde Jake estaba sentado.

Tenía como mucho, quince minutos de haber llegado, y no se había dignado a sentarse, enfrentarlo y hablarle.

Quería saber por qué carajos estaba ahí.

Bueno, aunque ya se lo había dicho: "—Soy tú regalo de navidad".

Y negó con su cabeza, pensando en aquella errática historia, y alocada también.

¡Todo por culpa de Sunoo y Jungwon!

Aunque quién sabe, quizá podría agradecérselo luego. Cosa que dudaba.

Jake desvió sus ojos hasta él, y lo vió con el ceño fruncido, capaz pensando qué haría con él.

A fin de cuentas, terminaba siendo un extraño para Sunghoon. Y ya.

Finalmente, tomó la iniciativa y se encaminó hasta la cocina, deteniéndose en frente al castaño en el desayunador, acomodando sus codos encima, y ladeando su cabeza con una sonrisa.

—¿Ya terminaste de pensar? —llamó la atención del castaño, quien apenas se había dado cuenta de la presencia del otro.

—No, y si te importa, necesito espacio para hacerlo —sonrió falsamente, volviendo a la sala.

Por su lado, Jake observó la bolsita de chocolate y malvaviscos en la alacena.

Se acercó a ella, y la tomó entre sus manos, al igual que comenzaba a rebuscar entre su vajilla alguna taza.

Se apropió de la nevera, buscando los ingredientes para hacer su chocolate.

—¿Tienes leche?

—Sí, está en- ¡Hey! —se levantó del sofá, dirigiéndose hasta el pelinegro.

—Oh, olvídalo, la encon- —antes de terminar con la frase, Sunghoon tomó la caja de leche entre sus manos. Jake sólo observó.

—¿Qué estás haciendo? —colocó la caja en el desayunador.

—Eh, chocolate caliente con malvaviscos, duh —expresó casi obvio.

—Hm, por si no te has dado cuenta —se cruzó de brazos. —Tú no estás en tu casa.

—Lo es por ahora —sonrió. —Soy tu regalo de navidad, ¿Recuerdas? Ni siquiera he podido explicarte nada, parece que me estás evitando, auch.

—Cállate —suspiró antes de seguir hablando, y arrepentirse de lo que iba a decir. —En la nevera hay más chocolate, puedes usar ese si quieres.

—Grac-

—Apenas termines esto, me vas a explicar qué haces aquí, ¿Te queda claro?

Jake se acercó un poco más a su rostro, dándole un involuntario y brusco sonrojo. —Como mande, jefe.

Por poco y sintió sus piernas flaquear, pero pudo zafarse del momento y corrió a la sala, dejando al pelinegro y su risita por detrás.

—¡Cuidado quiebras algo! —traró de defenderse.

—¡Sé cocinar!

[☆]

Luego de un rato, donde Sunghoon no despegó sus ojos de Jake haciendo su chocolate caliente y malvaviscos, se sentaron en el sofá.

No sabía por qué, o cómo, pero el hecho de verlo concentrado en lo que hacía en la cocina, su semblante serio y todo, lo hizo ver muy atractivo.

Y sólo era chocolate.

──    𝖺 𝖼𝗁𝗋𝗂𝗌𝗍𝗆𝖺𝗌 𝗀𝗂𝖿𝗍   ୨୧   𝗷𝗮𝗸𝗲𝗵𝗼𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora