Consuelo

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Semanas pasaron desde aquel día, ninguno se había dirigido la palabra. Incluso Tsukasa convenció a uno de sus compañeros para intercambiar lugares en clase, Rui cuando notó eso lloró tres horas seguidas en la comodidad de su casa.

Cabe recalcar que Rui estaba devastado, él quería solucionar las cosas, pero no sabía cómo dar el primer paso, cosa que lo hizo entrar en un pequeño episodio depresivo; no iba a clase muy seguido, sus calificaciones bajaron y comenzó a comer un poco más de lo usual. Su madre había notado todos estos factores, por lo que le brindó mucho apoyo a su hijo, pero eso no bastaba para sacarle si quiera una pequeña sonrisa a Rui.

Él tenía que aclarar sus sentimientos hacia Tsukasa y decírselo, pero no sabía porqué le resultaba tan difícil.

En el presente, Rui se encuentra yendo a la clase de su mejor amiga, necesitaba ayuda y ese día se hizo las ganas de ir a la escuela. Estaban en descanso, así que tocó la puerta de su salón con timidez y preguntó por ella.

Al cabo de unos segundos salió la sonriente chica.

— ¡Rui! ¿Cómo estás? — Habló la niña mientras tomaba del brazo al más alto.

— Uhm... Bien...— Respondió con un tono deprimente.

Ambos comenzaron a caminar por el pasillo de la escuela, la chica pelirosa sabía que algo andaba mal.

— A mi no me mientas, Rui. —Dijo con una sonrisa, evitando asustar a su sensible amigo con su tono medio severo.

— Lo siento... No debería mentirte, Mizuki.—Miró al suelo, ya sintiendo las lágrimas en sus ojos.

Mizuki lo notó en seguida y lo llevó a un lugar más alejado.

— Dime, ¿qué pasó con Tsukasa?

— Soy un idiota.— Sin poder aguantarlo más, soltó todas las lágrimas que tenía acumuladas.

Ante esto, lo único que pudo hacer Mizuki fue sentarse a su lado y abrazarlo, permitiendo que el chico se acurrucara en su pecho.

— Muy bien, sueltalo todo.— Lo consoló con una voz suave mientras pasaba sus manos por su pelo.

— ¡Lo arruiné todo! — Dijo con la voz entrecortada a causa de los sollozos. Era una sensación de angustia horrible, sentía un nudo en la garganta y por más que lloraba no se quitaba.—

Mizuki le dio su tiempo para calmarse y al cabo de un par de minutos los sollozos de Rui habían disminuido.

— ¿Y bien? — Habló la chica mientras le pasaba pañuelos a su amigo.

Rui los tomó para poder limpiar su cara y finalmente habló.

— Él se declaró...— Miró al suelo avergonzado.

— ¡¿En serio?!— Exclamó sorprendida.

— El problema es que yo salí corriendo...— Inmediatamente sintió sus ojos picar y comenzó a lamentarse.— Lo siento, no sé que me pasó, simplemente no pude manejarlo.

Mizuki tomó su manito para acariciarla y habló.— No, no debes disculparte conmigo, debes hacerlo con él y aclarar tus sentimientos.—

Rui no dijo nada, solo la miró un poco, sin saber realmente que podía decir.

Se quedaron un par de minutos en un silencio cómodo, pero Mizuki al notar que Rui no iba a hablar decidió tomar la iniciativa.

— Dime, ¿qué es lo que te impidió dar una respuesta en el momento?— Preguntó mientras ponía un mechón de cabello detrás de la oreja de Rui.

— No siento que lo merezca... Me siento avergonzado de incluso sentarme con él en clases.

— ¿Por qué?

— Soy una mala influencia para él...

— ¿Rui, si quiera estás pensando en lo que dices? — Preguntó la pelirosa con un ligero tono de ironía en su voz.

Rui la miró con un pequeño puchero.— Es que él merece a alguien mejor que yo, ¡eso es lo que trato de decir!—

— ¿Y por qué no tú?

— ¿Tengo que dar razones?— Suspiró.— Nadie me habla además de tí, ni siquiera Nene o Emu, a pesar de que les tenga bastante cariño, si no es por Tsukasa no me hablan y es un hecho, soy un estorbo para ellos. — Explicó refiriéndose a las semanas en las cuales el duo no le ha hablado a causa se su pequeño malentendido con el rubio.— Mi apariencia se explica sola... Y lo peor es mi personalidad, nadie se pasaría por la mente estar conmigo.

— Tsukasa lo hizo, se te declaró.—Mizuki lo miró con una ceja levantada.— Tampoco veo que sea un impedimento que no tengas una cantidad exagerada de amigos.— Suspiró— Y explícame tu apariencia, no veo nada de malo en ella.

— Soy horrible, Mizuki...

— ¿De dónde? — Se molestó, realmente odiaba que su amigo se sintiera así con respecto a él mismo.— Rui, eres realmente lindo.— Llevó sus mano hasta las mejillas del contrario y las aplastó suavemente.— También adorable.— Río suavemente la pelirosa.

El chico apartó la mirada avergonzado.

— No quiero una pelea de "sí" y "no", solo acepta mi cumplido.

— Está bien... — Rui sonrió suavemente, haciendo que sus ojitos se cerraran un poco.

— Entonces, si Tsukasa te gusta, debes aclarar las cosas con él y por sobretodo disculparte por como actuaste la última vez.

— Lo haré. — Habló un poco más decidido y con una pequeña sonrisa.

— ¡Muy bien!— La pelirosa iba a seguir hablando pero fue callada por la campana indicando que debían regresar a clases.— Oh... Bueno, nos vemos en el siguiente recreo.— Se levantó del suelo para luego ayudar a Rui y le dio un fuerte abrazo.— Sé que vas a lograr salir de esta y conseguirás amarte tanto como amas a Tsukasa.— Le dio una palmadita en la cabeza y se despidió.

Rui se quedó ahí un rato antes de entrar a clase, se sentía conmovido con las palabras de su mejor amiga. Lo que era cierto, fue que después de hablar con Mizuki se había sentido mucho mejor.

Caminó hacia su salón y se sentó en su nuevo lugar, ya se había acostumbrado, pero le dolía de todas formas.

Mitad de la clase se la pasó durmiendo y la otra mirando a Tsukasa con pena, deseaba volver a sentir un abrazo del contrario, tal vez eso bastaría para que sus días mejoraran un poco.

Solo ante la idea de un posible abrazo de Tsukasa lo hizo estar más confiado en arreglar las cosas con el rubio, tal vez todo iba a estar bien dentro de poco...

O tal vez se estába ilusionando muy rápido.

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Como que me pasé de desaparecido (ᵕ—ᴗ—)

Una disculpa para los q estaban esperando una actualización!!

Missing words • Ruikasa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora