30 días otp Challenge~ Higuel

Día 11

~Mientras lo masturba~

Huele mucho a mentiras.

Fue el pensamiento de Hiro al llegar a la terraza y observar a todos. La decoración de la fiesta era linda.

Waaauuu, si se esmero la seño.

El aire helado, la multitud abundante y el olor a riqueza que había en el aire hacían a Hiro preguntarse y reprocharse si valía la pena estar aquí.

Claro que no lo valía. Prefería estar en su departamento encerrado viendo su novela, llorando por la muerte de angélica en Lo que la vida me robó.

Pero bueno, ya estaba allí y ya no se podía regresar.
Todo esto lo hacía por su jefe, su mejor amigo y su amante.

¿Cómo que amante?

Sí, su amante.

¿Amante?

Sí

Pero, ¿amantes?

Que sí diosmio! Follamigo, amigovio, amigos con derecho, acostones, etcétera, etcétera, ETCÉTERA!

Claro que nadie sospechaba de él.

Era Hiro por dios. Es hombre.

No quiere decir que él no tenga lo suyo, es guapo el mushasho.
Pero nadie creería que se esta acostando con su jefe.
Un hombre casado con una mujer de apellido importante y un estatus muy elevado a comparación del japonés, que solamente es una secretaria.

El nipon se hacía paso entre la gente. Evitando chocar con algunos meseros que repartían copas, agarrando una que otra, saludando a la gente que lo conocía.

Porque claro que conocían a Hiro. Asistente y mejor amigo del presidente de la empresa.

Hiro llegó a la barra del bar, sentándose mientras buscaba con la mirada a su amigo.

Su jefe, amigo y acostón, Miguel Rivera.

CEO de la empresa, el más joven de los de su puesto, el más atractivo, inteligente, masculino y por supuesto, extranjero.

Sobre todo inteligente, y uuuff tiene un nosequé que lo hace increíblemente nosecómo...

El japonés estaba analizando la situación que acaba de empezar a suceder.

Vio lentamente como la señora del jefe, caminaba después de coquetearle descaradamente a uno de los socios, sin voltear a ver su camino, estrellándose con un mesero.

María José Rodriguez de Rivera. Mestiza, guapísima de amadre, castaña y bien vestida. Importante entre los inversionistas, inteligente y...

¿ya dije que es guapisima?

Bueno, solo con un detalle.
Tiene un temperamento...

Bastante fuerte.

Y es muy coquette...

Pero de coquetear con lo que se atraviese.

Pero bueno, como dicen por ahí, es de mecha corta.

-¡Dios Mio! ¿Que tan inteligente tiene que ser uno para que pueda hacer un solo trabajo?-. Susurró bastante fuerte. La mitad que hablaba español entendió, la otra mitad no. Se fue caminando digna de una señora con porte y apellido.