Capítulo 17

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Desde que Takemitchy volvió nuestra relación se hizo distante. Apenas cruzábamos alguna que otra palabra y eso me estaba preocupando.

Al menos la noticia de su regreso hizo feliz a varios pero una vez que quedábamos solos, el silencio nos rodeaba.

—¿Por qué no has hablado con él?—me preguntó un día Shinichiro mientras tomaba su medicina.

—No quiero presionarlo.

—Manjiro, no me pasé semanas reparando a Takemitchy para que luego estén así de distantes. Él sigue vivo gracias a mí y a tí. Así que vé ahora a hablar con él.

Después de decirme eso, Shinichiro se encerró en su habitación.

—Supongo que será así—susurré tomando valor para ir a conversar con Takemitchy.

Al entrar a su habitación lo ví intentando inútilmente arreglar el vendaje de su cuerpo sin éxito. Era la primera vez que veía sus heridas. Él nota mi presencia y detiene sus acciones.

—¿Qué ocurre?—me pregunta.

Suspiré y me acerqué a él—Déjame ayudarte.

—No me toques Manjiro—se apresuró a decirme retrocediendo un par de pasos—Puedo hacerlo solo. Vete de acá.

—¿De verdad vas a actuar de esta manera?

—Sí.

—...

—Déjame sólo Manjiro.

—No me iré a ningún lado.

—¡Vete de acá!—me gritó llorando.

—¡¿Cómo pretendes que me vaya después de todo lo que pasaste?! ¡¿Crees que te dejaré solo?!

Takemitchy cayó de rodillas al suelo y corrí hacia él para abrazarlo. Intentó zafarse de mí pero dada su poca fuerza no pudo.

—¿Sabes lo mucho que sufrí por lo que hiciste? ¿Tienes idea de lo mucho que te extrañé? ¿De cómo le rogué a Shinichiro de que te salvara para volver a tenerte a mi lado? ¿El miedo que sentí de sólo pensar en la posibilidad de no volverte a ver?

—Sabes muy bien el motivo del porqué hice todo lo que pasó. Lo que menos quiero es que vengas a juzgarme y además no quiero que me veas así...—murmuró Takemitchy escondiendo su rostro en mí—Estoy lleno de heridas.

—Por eso mismo debo estar más cerca de tí—le dije sujetando su rostro—Debo cuidarte y darte amor para que esas heridas sanen.

Unimos nuestros ojos y Takemitchy se acerca a mi boca pasando a rozar sus labios con los míos—Ahora incluso puedes ser capaz de romperme, ¿No?

—Tal parece que ahora eso es mi mayor miedo—le expresé pudiendo percibir un ligero aroma a flores.

Alejándose de mí, Takemitchy me entrega la venda para enseñarme sus brazos—Está bien. Me ayudarás con mis heridas pero evita tocarme muy fuerte.

Hice caso a sus palabras y envolví cuidadosamente sus heridas con el vendaje. Mis dedos a ratos pasaban a rozar su piel y eso me hacía suspirar.

—Agradezco en parte el hecho de que no sientas dolor—comenté una vez que terminé de vendar sus heridas dejándole un beso en el cabello—No sé si hubiera soportado verte sentir dolor.

Me puse de pie y él se quedó sentado a orillas de la cama.

—La verdad es que siento un poco de dolor—confesó tocando su pecho—Aquí duele un poco.

Un corazón dulce como flores de primavera (maitake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora