Narra Lufer:
Finalmente, no he encontrado a ha Galilea, talvez ha de estar con alguna de sus compañeras, no quiero ni imaginar el que pueda estar con algún hombre, eso me molestaría demasiado. Por otro lado, Damaris ha tenido demasiado trabajo.
Eran alrededor de las 6 de la tarde, sé que era algo temprano para empezar a tomar, sin en cambió una copa no le hace mal a nadie, Damaris no estaba en casa.
Tome mi chaqueta, salí del departamento, baje al estacionamiento, tome mi auto, fui a un bar cerca del centro de la ciudad, en el lugar no había estacionamiento, así que lo deje en un estacionamiento privado, así que tenía que caminar para poder llegar al bar, pero para poder llegar tenía que pasar por un parque.
Y ahí estaba mi amada Galilea, se veía tan hermosa como de costumbre, estaba por acercarme a ella, pero se acercó a ella un chico que parecía de su misma edad, él le dio un ramo de violetas.
Ella le brindo una hermosa sonrisa, esa sonrisa que en años no había visto, ni en las fotos que Damaris traía de ella para mí.