𝐔 𝐍 𝐎

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𝟎𝟏 | a killer on the loos

Veinte de octubre, dosmil veintiuno

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Veinte de octubre, dosmil veintiuno.
Busan; Corea del Sur.

El viento soplaba con fuerza generando una bonita brisa que a estas alturas del año, helaba el rostro de muchos. Era una noche tranquila, pacífica, por lo menos así lo veía Elowen desde su perspectiva. Había pasado toda la tarde encerrada en la biblioteca, estudiando sin descansos para poder rendir un parcial, algo típico de universitarios. Con el estrés a mil, ella no prestaba mucha atención a su alrededor. Porqué si lo hubiera hecho, quizás se hubiese dado cuenta cuando esa patrulla de policías pasó a un lado suyo a toda velocidad, con las luces a tope.

De repente, como si la situación lo ameritara, empezó a llover. El sonido de la lluvia chocando contra el suelo tampoco fue escuchado por Elowen, ya que llevaba audífonos puestos. Sin embargo, al sentir que se estaba mojando, apresuró sus pasos hasta llegar a la residencia de chicas donde vivía, prácticamente corriendo. No quería resfriarse por estar empapada por el agua, y bien sabía que su madre, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia, la regañaría por videollamada si se enfermaba.

Elowen pasó con rapidez su tarjeta de identificación y en cuanto esta fue reconocida, entró corriendo hasta llegar a su habitación, donde la esperaba su compañera de cuarto.

────Ah, casi me empapo por completo...

Se apoyó contra la puerta y dejó salir un suspiro entre aliviada y cansada. Había sido un día agotador en el ámbito universitario, sumando su vida social en este. El parcial que tenía estaba cada vez más cerca y gracias a esto tenía que esforzarse lo suficiente. Estaba en su primer año de coreano. Debía pasar el nivel tres para poder seguir conservando su beca y que todo el esfuerzo que había hecho anteriormente, no se le fuera en vano. Y por esto, llevaba cancelando planes con sus amigos. Todo por estudiar, de solo recordarlo la castaña se saco el abrigo y lo colgó con irritación.

Específicamente uno de sus amigos tenía casa sola y la había invitado a jugar videojuegos, no más que eso. Pero gracias a sus exámenes tuvo que cancelarle, dejándolo completamente solo en su casa y probablemente aburrido. Ahora lo recuerda y hace una mueca instantánea.

────¡Wen!

Y de repente, sumida en sus pensamientos no se dio cuenta de la presencia de su compañera. La japonesa se abalanzó contra el cuerpo de la Estadounidense, formando un abrazo y provocando que Elowen chocara su espalda contra la puerta.

────Pensé que estarías con Huening... es decir, es tarde. ¿Estuviste estudiando?

Asintió, rompiendo el vínculo que las unía para mirar directamente a su amiga.

𝐖𝐇𝐎 𝐈𝐒 𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐔𝐑𝐃𝐄𝐑𝐄𝐑 ━━━ txt, choi beomgyu ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora