Gemelos │ ©KookTae

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De acuerdo, su mejilla dolía y ardía.

Pero al menos así pudo afirmar que no era una simple ilusión la que estaba viendo en este momento. Porque Taehyung, su Omega, si se encontraba frente a él y no era un mal juego de su mente, el castaño estaba parado tan hermoso como siempre ha sido.

Pero, estaba enojado, herido, triste, decepcionado... Un sin fin de emociones podía descifrar en su mirada, en aquella que hace años le atraía como un imán, porque sus ojos siempre volvían a él sin importar qué.

─ Taehyung...

Los ojos del Omega se llenaron de lágrimas y sus manos temblaron.

No podía.

Simplemente era demasiado para su débil corazón, porque aunque el azabache se acabara de bañar, el aroma de aquella Omega estaba impregnado en su piel.

Sin importar, pasó al lado del cuerpo del Alfa saliendo de la habitación queriendo escapar de él, queriendo despertar de aquello, quería despertar en su cama con sus dos pequeños en sus brazos. Quería que ya no doliera el abandono, ni mucho menos el sentimiento de reemplazo. Quería alejarse.

Pero Jungkook ya no lo iba a permitir.

Ya lo había perdido una vez por su inmadurez y miedo, no lo iba a hacer una segunda.

Así que no lo pensó dos veces y salió también de la habitación yendo detrás del Omega, sabía que sus hijos iban a estar bien solos si los dejaba un rato, así que en ese momento se centro en, quien fué alguna vez, su esposo.

─ ¡Taehyung, espera!

El corazón del mencionado se aceleró al escuchar la voz del Alfa y solo aceleró sus pasos, los elevadores estaban ocupado así que corrió a las escaleras, necesitaba aire, se sentía ahogado, asfixiado.

No sabía cuántas escaleras había bajado pero un jalón en su brazo lo detuvo, como pudo se safó dándose vuelta encontrando al Alfa igual de agitado que él.

─ Por favor, Tae, déjame explicarte...

Fué interrumpido.

─ Soy Kim Taehyung, para ti. Nada de Tae, ya no somos cercanos para que me pongas un diminutivo.

Dijo con voz áspera y seca. Algo que caló en lo más profundo de Jeon.

─ Taehyung. Necesitamos hablar, tengo tanto que explicarte, por favor, dame la oportunidad de aclararte todo. Además, claro que aún somos cercanos. ─Dió un paso más cerca de Kim hasta que la espalda de este chocó con la pared.— Somos tan cercanos que aún tenemos un lazo intacto y dos hermosos cachorros que nos esperan.

Sintió las delgadas manos del Omega sobre su pecho e inesperadamente este lo empujó.

─ Eres un cínico, no quiero que te acerques así a mí. ─Su entrecejo estaba fruncido y pequeñas lágrimas caían por su rostro. Dió un paso cerca colocando su dedo índice en su pecho golpeándolo con este mientras hablaba.— Tú me abandonaste, ¿Cómo puedes decir si quiera que somos cercanos? Si, tenemos aún ese lazo de unión y nuestros cachorros, pero tú ahora vas a casarte, tienes a una Omega, ¡Y hueles a ella!

Decir que estaba enojado es muy poco, Taehyung se encontraba en un estado en el que experimenta celos, ira, asco y sobre todo, traición. Su lobo se sentía traicionado que se había ocultado en lo más profundo de su pecho, eliminando así su aroma escondiéndose del lobo del Alfa que se encontraba desesperado buscando a su Omega y al no encontrarlo aullaba de dolor y culpa.

─ Verte aquí después de tantos años es lo peor que he sentido, pero existe algo mucho más fuerte que el dolor que me has provocado y eso, es el amor que siento hacia mis hijos.