Cap. 22 "Esperanza"

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Al día siguiente Ian se sentía extraño, todo su cuerpo se sentía más caliente que de costumbre, como si tuviera fiebre, además de que su aroma estaba más fuerte y dulce, no sabía porqué estaba así si aún faltaban meses para que su celo llegara... A menos de que significara una sola cosa...

Buscó a Fede para preguntarle cómo se sentía, le dijo que se iba a meter a bañar así que fue hacia su cuarto, justo había salido del baño y estaba buscando su ropa en el clóset.

-Amor-

Llamó la atención de su alfa quien se veía de cierto modo un poco adormilado.

-Dime-
-¿Cómo te sentís?-
-Tengo mucho calor, creo que me va a dar fiebre-

Confirmó lo que estaba comenzando a sospechar.

-Pará, yo me siento igual...Creo que nuestros celos se están adelantando-
-¿Qué? Faltan meses para eso-
-Tu aroma está más fuerte y ambos estamos teniendo fiebre ¿Qué más puede ser?-
-Hoy tenía un vídeo que grabar, creo que les cancelaré a los chicos antes de que lleguen, nadie más entrará a está casa-

Se sorprendió por la manera tan territorial en qué dijo esa frase quedándose inmóvil unos segundos, efectivamente, su celo estaba por llegar. Reaccionó para tomar su teléfono enviando un mensaje de voz al grupo que tenía con sus vecinos, también le avisaría al club misterio si es que a alguien se le ocurría pasarse por su casa.

-Hola chicos, nuestros celos se adelantaron por lo que no queremos visitas en tres días, sólo quiero que nos dejen a solas ¿Entendieron?-

Ian se mordió el labio al ver que Fede estaba comenzando a actuar más agresivo, el celo ya estaba comenzando a nublarles el juicio, el calor estaba aumentando y las ganas de comerse al otro también, el alfa delta aún estaba manteniendo la compostura pues sabía lo que tenía que hacer, corrió escaleras abajo buscando paracetamol para la fiebre de ambos, llenó una jarra con agua, tomó un vaso y subió lo más rápido que pudo, percibiendo cómo las feromonas y aroma a vainilla de Ian inundaban la casa, el omega ya había caído, respiró hondo y entró a su cuarto sabiendo lo que le esperaba, un omega prime en celo.

Miraba a Ian retorciéndose y quejándose casi a gritos implorando que su alfa aliviara su sufrimiento, ya tenía la cama hecha un desastre con las almohadas en el piso y las mantas por todos lados, las paredes arañadas, su ropa rasgada, era la prueba misma de que los celos de un prime son los más dolorosos de todos, dejó todo en el suelo y corrió hacia su cama primero quitándose la camisa, luego desabrochando su pantalón y finalmente desnudándose para su novio, ambos se necesitaban para aliviar el dolor y el calor infernal en sus cuerpos.

-A...Ah...Alfa...-
-Aquí estoy amor-
-El vídeo...-

Aún en su estado recordaba sobre el vídeo que tenía que subir, el pobre de Ian no podía soltar el trabajo ni en situaciones como esta.

-Yo me encargo, pero por ahora ayúdame a aliviarte, se buen lobito-

Su plan de intentar embarazarse al parecer se había adelantado, ni siquiera Ian pudo prepararse como quería, no entendía porqué la vida era así, te lanza sin antelación hacia los retos.

"Ojalá funcione, porfavor que funcione"

Rogó Fede en su mente. Se acomodó sobre su omega y comenzó a besarlo bajando poco a poco por su cuerpo, Ian temblaba con cada toque y con cada beso que su alfa le daba, estaba tan sensible a cualquier caricia gracias a su celo haciendo más placentera la experiencia, arañaba la espalda de Fede, encajaba sus uñas en su piel haciéndole gritar un poco pero no iba a interrumpir a su omega prime, bajó hasta su vientre repartiendo besos en la zona y comenzó a bajar los shorts del argentino, lubricaba incontrolablemente chorreando su entrepierna hasta bajar por sus muslos, finalmente desnudó también a Ian y ahí no pudo contenerse más, fue completamente cegado por su instinto, sus pupilas se dilataron, sus colmillos se afilaron y su aroma se volvió tan espeso que neutralizó el aroma de Ian por completo. Fueron horas en las que estuvieron perdidos en el calor sin descanso, al volver en sí se percataron del desastre que habían hecho, pero aún faltaban dos días de celo así que poco les importó. Ian tenía su fiebre muy alta así que Fede le acercó una pastilla y un vaso de agua para ayudar bajarla antes de que otra oleada de calor se presentara, él no se sentía tan mal así que fue a la cocina a hacer algo rápido y sencillo de comer, no quería dejar a su novio a solas por tanto tiempo. Después de un rato Ian bajó también a la cocina para buscarlo pues sentía que ya venía otra oleada, se acercó para mirar lo que su alfa estaba haciendo pero una punzada en su vientre le hizo doblarse y caer al suelo, Fede corrió para levantarlo notando cómo se perdía de nuevo y llevó al omega de vuelta a su cuarto recostandolo en la cama prometiendo volver pronto, corrió hacia la cocina, terminó de hacer de comer, lo guardó para más tarde y volvió lo más rápido que pudo encontrándose a Ian respirando pesadamente empapado en sudor con una expresión llena de dolor, odiaba verlo así pues sabía que estaba sufriendo, no existían supresores para los primes y tenían que pasar sus celos así.

-No sabes cómo me duele verte así...Pero no te dejaré sólo mi amor-

Ian se giró a verlo y a pesar del tormento por el que estaba pasando le regaló una sonrisa, Fede se sintió muy conmovido y algunas lágrimas se asomaron por sus ojos.

-No...Llores...Ya estoy acostumbrado...-
-Pero estás sufriendo-
-No hay remedio, solo son tres días chiquito, voy a estar bien...Solo no te separes de mí...-

De pronto sintió otra punzada y de nuevo fue atacado por su celo revolcándose en la cama del dolor tan intenso que sentía, Fede ya sabía qué hacer así que atendió a su omega por un rato, no sabía si podría seguirle el paso a Ian pues su celo era más tranquilo pero lo intentaría.
Llegada la tarde dejó a Ian durmiendo en la cama mientras que Fede se dirigía a publicar el vídeo del "24 horas siendo novios", tomó el teléfono de Ian y subió una historia a su instagram avisando de que ya estaba arriba, apagó todo para regresar a su cama pues también quería dormir un poco antes de que su novio despierte y continúen con lo suyo, se sentía muy agotado.

Fueron los tres días más largos de su vida, no sabía lo complicado que era atender y cuidar de un prime en celo, en especial cuando él también lo estaba. Tuvo que obligar a Ian a comer, a tomar agua e incluso a bañarse, no se dio cuenta en qué momento su novio se volvió un niño caprichoso, pero sólo se dedicó a consentirlo como podía pues a Ian no le fue tan bien que digamos.
El vídeo de su confirmación había tenido mucho éxito, más de lo que habían esperado, todo el mundo habló del tema por 1 semana entera, era tanto el revuelo que los invitaron a diferentes programas para dar entrevistas sobre su relación y para explicar cómo estaban las cosas entre ellos, les llovía amor por todas partes, de sus amigos, de sus fanáticos, incluso de personas que ni se imaginaron, se dieron cuenta de todo lo que se pudieron haber perdido.

Pero aún quedaba en duda entre ellos ¿Habrá dado resultado pasar su celo juntos?

Ian se sentía muy bien, no había tenido náuseas, mareos, ni nada que le indicara de que estaba en cinta, su aroma seguía exactamente igual, no sabía si aún era muy pronto para saber si había quedado embarazado, ya había pasado 1 semana desde su celo y estaba un poco paranoico así que le pidió a Fede ir a comprar una prueba de embarazo para ver lo que ocurría.

Más fue su decepción al mirar el resultado.

"Negativo"

Ian estaba muy triste por eso, aún no tendría un bebé como tanto quería, quizás habían hecho algo mal o tal vez aún no era el momento indicado, el alfa lo consoló diciéndole de que lo volverían a intentar, de todas formas nunca era tarde para una segunda oportunidad, algo que él había aprendido con esta nueva ilusión. Mientras esa segunda oportunidad se avecinaba el omega se dedicó a prepararse aprovechando que tenía tiempo, tal vez era eso, que su cuerpo aún no estaba listo para concebir.

Pasaron meses en los que Ian comenzó con una nueva rutina, estaba haciendo una dieta un tanto estricta la cual prometía aumentar la fertilidad, también había comenzado a hacer mucho ejercicio para preparar físicamente a su cuerpo y también comenzó a tomar ácido fólico, había leído que juntos le ayudarían con los cambios físicos por los que pasará durante el embarazo, le agradaba que esto fuera un nuevo reto, estaba siendo muy disciplinado pues quería tener un bebé a como diera lugar. Finalmente su celo llegó, doloroso como siempre pero esta vez sin ser tan intenso como veces pasadas, supo que todo el esfuerzo estaba dando frutos, sólo quedaba la incertidumbre de saber si quedó o no embarazado.

Dejó pasar una semana antes de hacerse otra prueba y...

De nuevo nada.

Esta vez lloró de impotencia. No entendía porqué estaba siendo tan difícil para ellos si todo estaba perfectamente planeado, Ian intentó mantenerse positivo pero algo le hizo pensar en si alguno de los dos era infértil. Se sintió tan desanimado que dejó sus redes de golpe, dejó de hacer su rutina, ya no quería levantarse de la cama y empezó a tener un comportamiento muy distante, no quería ver a nadie, Fede sabía que su omega estaba cayendo en una depresión y no supo qué hacer, en especial cuando su omega comenzó a enfermarse de la nada, todo estaba mal.

Incrédulamente Destinado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora