Colombia, La Condena Y Resurrección (Re-subida)

11

Narra Usa.

Frío..

Sentía como pequeñas agujas eran incrustadas en mi cuerpo, la sensación hormigueante era horrible, el adormecimiento lo sentía hasta mis pulmunes y era difícil respirar correctamente. Los ojos me pesaban mientras intentaba mirar entre... Nada.

Ahogado, desperté sudando, era oscuro y frío, no estaba seguro donde estaba pero no sentía mi cuerpo, la cabeza me martillaba como si la golpearan con alguna barra metálica.

-Do-donde..?

Un pregunta ahogada salió a la nada, un remolino de emociones me atacó junto a la desesperación de sentirme muerto, le tenía tanto miedo a esa simple palabra que los huesos me temblaban.

No podía estar muerto, soy Estados Unidos! La maldita primera potencia mundial! Tengo a todos comiendo de mi mano! ¿¡Como podría una simple campesina matarlo con un teiser!?.

-Oh, gran primera potencia..

Esa voz lo congeló.

- No te preocupes por tu destinó, la muerte siempre te lleva de la mano.

La respiración le pesa pero es agitada, no sentía que recibía suficiente oxígeno como para sentirse bien y la voz.. no sabia de donde venia esa voz.

- Tendrás que disculparte..

La voz se escucho cerca la sensación lo ahoga, ella estaba cerca, ella estaba allí... ella lo matará.

- Si, te mataré!

El grito lo congela de nuevo y quiere encogerse hasta desaparecer pero.. grandes manos enguantadas lo toman de los brazos alzandolo como muñeco y entonces la ve, ve esos ojos carentes de alma y esa sonrisa vacía y retorcida.

- ¡Te mataré como me mataste a mi!

El grito lo deja sordo pero no con ello, los ojos enrojecen hasta el punto de que casi siente que le arranca el alma y grita, grita con todo su ser antes de que esos enormes colmillos intenten tragarlo.

- ¡No!

El grito por si solo lo aturdio en aquel lugar ligeramente iluminado. Agitado mira a todos lados y las barras metálicas lo confunden, se siente ahogado antes de tan solo sentir dolor en sus muñecas, se levanta desorientado y torpemente quiere irse pero, un ruido metálico lo detiene, baja la mirada y nota dos grilletes ajustados a sus tobillos también vio sus muñecas igual.

Por un momento se quedo así, viendo aquellos grilletes metálicos y en como carajos había terminado así.

-Esa perra..

Murmuro de forma vaga, alzó la mirada hacia la salida y grito, lo que más pudo con odio.

-Hija de puta! ¡No sabes lo que te haré en cuanto me liberes, perra maldita!

-Oh, será un honor saber que es lo que harás -La voz sonó divertida. Usa la vio entrar al lugar mostrándose serena y con una muy ligera sonrisa.

Era Colombia vistiendo un traje extraño vino tinto, ella solo se mantuvo cerca de la celda observándolo de forma tranquila.

-Pensé que sabias que este era el resultado de husmear en lugares privados -Comentó sin ganas de ocultar la diversión de verle atado- de todas formas, hice todo lo posible para que se sintiera cómodo.