Tú y yo

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La cena con los Mendiola Villarroel no pudo ser mejor, tanto Humberto como Teresita estaban encantados de ver a sus 4 hijos felices. Ana Leticia, la mayor, estaba feliz como siempre, planeando su próximo viaje, pero aprovechando los pequeños momentos que pasaba con su familia. Ariel presentaba un cambio notable, se le veía feliz, tranquilo, como si hubiese dejado en el pasado un peso enorme que cargó por muchos años y la relación con Fernando era de hermanos, como sus padres siempre soñaron que fuera. Marcia se veía enamorada y feliz con Octavio, tenían poco tiempo de estar viviendo juntos, pero eso le generaba un brillo especial en sus ojos que sus padres nunca habían visto y Fernando, qué se podía decir de él, por fin comprendían que su verdadera felicidad estaba al lado de Leticia, siempre la estuvo, se sentían dichosos al saber que entre él y Marcia no podía existir nada más que una hermandad y que el amor lo habían encontrado en otras personas, personas buenas, alegres, trabajadoras, pero sobretodo personas que demostraban un amor inmenso por sus hijos y eso valía más que cualquier otra cosa en el mundo. El día siguiente se haría una junta para organizar nuevamente la empresa, Leticia había terminado su función de salvar CONCEPTOS y era momento de reordenar todo.

PM- amiga, ya está todo listo para la junta, solo falta que lleguen doña Teresita, don Humberto y don Ariel.

L- muy bien, muchas gracias.

Ju- oye manita, ¿qué fue todo lo que pasó ayer?

S- ese chisme de altura nos tiene en ascuas.

M- sí manigüis, por favor dinos ¿qué está pasando? Estamos muy preocupadas.

Lo- es algo malo ¿verdad? ¿nos van a despedir? ¿es por la deuda?

Ir- muchachas, no atormenten a Lety, solo nos preocupó ver como don Aldo salió ayer de esta oficina, echaba chispas de la furia.

L- sé que están preocupadas, pero ahorita no puedo aclararlas, les prometo que todo está bien y en cuanto pueda yo misma les diré todo.

Ir- está bien mi Lety.

PM- ay mira, ya llegaron los señores.

Ar- Lety, buenos días.

L- hola Ariel, buenos días, doña Teresita, don Humberto, bienvenidos.

H- hola Lety, por favor ya quítame el "don".

T- sí Lety, a mí también, Teresita está bien.

L- me tomará tiempo acostumbrarme, pero está bien.

F- Lety te estamos esperando, mamá, papá, ya llegaron, que bueno.

L- discúlpame, estaba esperando que llegaran tus papás, ya podemos pasar – entramos todos a la sala de juntas y este saludo dejó todavía mucho más intrigadas a todo el cuartel.

S- que raro todo esto, Lety con tanta confianza con los señores, ¿tú sabes algo de lo que está pasando Oxigenada?

Ali- no, no sé nada, Marcia no me ha querido contar nada.

***

L- los cité a todos aquí porque quiero informar de manera oficial que la deuda fue cancelada el día de ayer, Ariel se encargó de cancelar el monto restante y ayer mismo Aldo firmó la recepción del dinero y la empresa vuelve nuevamente a las manos de los Mendiola Villarroel.

Lu- oh my God, no lo puedo creer, por fin dejarán de limitar mi talento y creatividad.

To- pero tampoco se puede pasar Luigi, sus gastos siempre se salen del presupuesto.

Lu- ay pájaro loco, no me limites, que las divas como yo necesitamos libertad de expresión.

C- jaja ay Luigi, me alegra mucho saber que la deuda ya quedó en el pasado y estoy segura que con el proyecto que consiguió Fernando CONCEPTOS volverá a ser reconocida como la mejor casa productora de todo el país y la región.

Cómplice o verdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora