Sin salida

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-Maldita sea, no hay forma de escapar.- Dije frustrado mientras me tiraba en la cama derrotado.

Luego de que ese sujeto me encerrara en esta habitación me puse a buscar una forma de escapar, sin embargo, aqui no hay nada que pueda serme util, solo hay unos muebles viejos, una lampara y, curiosamente, muchos cuentos infantiles; tampoco puedo salir por la ventana ya que está totalmente cerrada y no hay forma de que yo salga ileso de una caida de dos pisos.

-Me pregunto si son de este tipos todos estos libros o alguien vivia aqui antes que él.- no me podía imaginar a ese sujeto leyendo uno de estos libros.

Ya que no tenía forma de salir examiné toda la habitación, habían algunas cosas que llamaban mi atención, primero que nada había electricidad y eso me parecía algo extraño tomando en cuenta que estamos en medio del bosque, probablemente debe de haber un generador de energía en alguna parte de esta casa y en segundo lugar, pese a que esta habitación es vieja no esta para nada sucia, casi no hay polvo en los muebles ni tierra en el piso, eso me hizo suponer que a este sujeto le importaba la higiene...excepto cuando se mancha con la sangre de sus victimas.

-Mmm...todos estos cuentos los reconozco.- Ya que no tenía nada mas que hacer me puse a ver los cuentos que había en la habitación.- Vaya, este tipo tiene unos muy clásicos, "el lobo y los tres cerditos", "Aladdín", "Pinocho", "La bella y la bestia"...cielos, ha este tipo ha de gustarle coleccionarlos.- Decidí devolverlos al estante de donde los agarré.

Me parecio algo curioso los gustos que tenía ese loco, hablando de él sigo sin entender por que a mi no me mató, me tuvo encerrado y trató de saber cosas sobre mi, simplemente no comprendo su forma de pensar ni sus acciones...pero de algo si estoy seguro, si lo vuelvo a hacer enojar es seguro que me clava su hacha o cualquier otra de sus arma. 

-Necesito mantenerme vivo todo lo que me sea posible, tarde o temprano ese tipo cometerá algun error y yo podré salir de aqui.- Decirlo era mas facil que hacerlo, principalmente por que cuando lo veo solo siento enojo.

Necesitaba calmarme, lo primero era cambiarme de ropa, he estado con mi ropa de dormir casi todo el día y esta empezando a hacer frio. Saqué de mi mochila mi uniforme de la escuela, no tenía otra ropa que me pudiera abrigar bien excepto esa, me coloqué mi camisa, pantalón y sueter y me puse mis zapatos para no seguir descalzo.

-Mejor esto que nada.- Dije resignado a usar el uniforme todo el dia.

Me asomé por la ventana para poder contemplar el paisaje, al menos puedo decir que me siento afortunado de poder ver el exterior.

-No puedo creer que en un lugar tan hermoso como este habite ese monstruo.- Dije mientras admiraba el cielo pintado por los rayos del atardecer.

Mientras miraba por la ventana pude ver a ese grandulón regresando a casa, un gran escalofrio recorrió todo mi ser cuando ese tipo alzó su vista hacia la ventana en donde me encontraba, me alejé inmediatamente y me senté sobre la cama algo nervioso por lo que fuera a suceder a continuación. Escucho sus pisadas cada vez más cerca, no tardó nada en llegar al segundo piso para entrar en la recamara en donde me encontraba. Su mirada estaba puesta en mi mientras yo luchaba contra mis emociones para no mostrar temor ni enojo. Volvió a tomar la libreta y lapiz de mi mochila, parece que quería decirme algo:

"¿Tienes hambre?"

Al leer su pregunta inmediatamente negué con la cabeza, no se que clase de cosas come este tipo y prefiero no averiguarlo, para mi mala suerte, mi estomago empezó a gruñir delatando que si me moría de hambre....que verguenza.

-No...no es nada...enserio no quiero comer.- Dije apenado mientras miraba hacia otro lado.

Mi estomago seguía gruñendo y yo seguía mirando hacia otro lado, ese tipo se me acercó y me tomó de la mano para comenzar a caminar fuera de la habitación.

Adios a la soledad (Jason Voorhees x T/n masculino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora