True Love - Hope Mikaelson

Chapter Two

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Nathan Lightwood

[...] Me remuevo soltando un quejido cuando una fuerte punzada de dolor recorre mi cuerpo, al querer levantarme un peso en mi brazo hace que abra los ojos de golpe encontrándome con la malvada tri-hibrida durmiendo a mi lado aunque viéndola bien así tranquila parece una pequeña florecita indefensa.

—Mierda.— Suelto al notar que ambos estábamos desnudos, cierro los ojos frotando mi frente tratando de recordar lo que había pasado.

¿Cómo es que las bebidas mundanas provocan esta clase de amnesia?¿Cómo demonios Jace aguantaba este maldito dolor de cabeza?

Sin querer despertarla salgo de la cama buscando mi boxer y así poder ponerme para ingresar al baño soltando un jadeo cuando veo mi cuello a través del espejo, pero al girarme abro los ojos incrédulo al ver mi espalda arañada

Demonios

Flashback

—Después de todo no eres tan aburrido.— Comenta Hope bebiendo de su copa. —¿Cuál es tu nombre?—

—Nathan.— Respondo dejando el vaso en la barra. —Me sirves otro.—

La mujer me muestra una sonrisa. —Uno doble ¿No?— Recuerda a lo que yo asiento viéndola alejarse. 

—¿Cómo es que actívate tu lado vampiro?— Le pregunto finiendo no saber nada.

—Te contaría pero no te conozco.— Responde apoyando su codo en la barra. —¿Entonces planeas emborracharme hasta que quede inconsciente y llevarme?—

Suelto una risa ante su imaginación. —No lo había pensado pero no es tan mala idea.— Le digo viéndola 

—Tendrás que Seguir intentando.—

La presencia de la mujer  hace que ambos volteemos a verla —Aquí tienes guap...— Me levanto de golpe cuando cae al suelo muerta.

—¡Estás loca!¡Cuál es tu necesidad de matar a todos!— Le reclamo con molestia a lo que ella se encoje de hombros. —Enserio no sientes nada de remordimiento.—

—No.— niega saltando la barra. —Ya me tenía cansada, solo la silencie.. para siempre.—

Cojo la chaqueta con molestia en busca de mi teléfono cuando este vuelve a sonar.

—En tu bolsillo trasero.— Señala dejando otra copa enfrente a lo que yo niego. —No me digas que eres un niño obediente.—

—Eres fastidiosa.—

—Me han dicho loca, abominación entre otras pero jamás fastidiosa.— Dice con tranquilidad. —Eso es algo nuevo.... Mejor bebe y deja de ser aburrido.—

—Tu no me mandas.— Señalo tomando de mala gana. —Deberías aprovechar tu últimas horas de libertad.—

—¿Quien me atrapará?¿Tu?— Alza una ceja mirándome de forma desafiante.

—No me subestimes preciosa, puede que hasta te convierta en polvo.— Le guiño el ojo dejando el vaso sobre la barra. 

Fin Flashback

Flashback

—Sigues siendo fastidiosa.— Jadeo separando mis labios de los de ella.