YOU PROMISED ME FOREVER

CAPITULO 4

Es tarde, pero Louis no quiere dormir. Decide que no se puede quedar en esa casa, en esa habitación, en esa cama. Toma una maleta y guarda unas cuantas prendas de ropa, sus documentos personales y los de sus hijos. Va hacia las habitaciones de los niños y guarda ropa para unos cuantos días en otra maleta. Decide irse unos días a su casa de campo, que está a dos horas en Castle Combe. Harry guarda las llaves en su despacho, va hacia allá a buscarlas.

Revisa las gavetas del escritorio de Harry, no encuentra las llaves, pero al abrir el primer cajón del lado izquierdo del escritorio, encuentra una carpeta amarilla que llama su atención, la toma y la abre, y lo que encuentra lo deja sin aliento. Se ve obligado a sostenerse del escritorio, porque, ¿qué? ¿Demanda de divorcio? Al levantar la carpeta para empezar a leer, el ruido de algo metálico cayendo al suelo llama su atención, sigue el objeto con la vista, el cual termina de rodar cuando llega a la pared, se acerca, es el anillo de bodas de Harry. Lo toma, su pecho duele aún más, sus lágrimas no paran, vuelve al asiento y empieza a leer el documento.

Esto no puede estar pasando, este no es el Harry que conoció. Se permite respirar un momento porque esto va a acabar con él. Al leer, no puede dejar de llorar, le duele, pero, el amor te hace masoquista a veces, y quiere leer de principio a fin, cuáles son los argumentos del rizado para esta demanda. Respira, se pone de pie, va hacia la biblioteca y toma la caja que guarda el rizado con marlboro lights, que fuma de vez en cuando el castaño. Toma uno y lo enciende.

Es increíble todo lo que Harry ha hecho. Se pregunta ¿durante cuánto tiempo ha estado siendo infiel? ¿Hace cuánto tenía listos los documentos del divorcio? ¿Por qué no se dio cuenta que algo no andaba bien? ¿Tan metido estaba en su trabajo que no advirtió nada de esto? ¿Quién más está enterado? Dicen que cuando alguien es infiel todo el mundo lo sabe menos el engañado, ¿es eso verdad? ¿Todos sus amigos saben de las andanzas de Harry? ¿Niall lo sabe? ¿Por eso hizo ese comentario cuando se encontraron en el restaurante? Todo es tan confuso, las preguntas sin respuesta se suceden una tras otra. Y el pensamiento que cualquier persona que es engañada tendría: "Todo el mundo lo sabía, todos se reían de verlo a él tan enamorado, tan entregado, tan inocente de todo".

En esos documentos dice que los bienes no serán divididos por la mitad, todo queda a nombre de Harry. Lo único que queda para el castaño es su auto, porque fue comprado con su dinero. No tiene derecho a la mitad de las acciones de la Constructora que por ley le corresponderían. Pero lo que más le afecta, es que Harry se deslinda totalmente de sus hijos, no compartirá custodia, se la da totalmente a Louis. Los papeles ya están firmados.

Mientras lee, fuma, apaga uno y enciende el siguiente y llora. Entiende que Harry lleva tiempo con su amante, y ha tenido tiempo para pensar qué hacer, así que, aunque su corazón se rompe cada vez más, si es lo que el rizado quiere, eso tendrá. Con mano insegura, toma el bolígrafo y firma los documentos.

Si fue capaz de renunciar a la custodia de los niños, es capaz de todo. ¡Es increíble cómo nunca se termina de conocer a la gente! Pero antes de marcharse, decide escribirle una carta a su ahora ex esposo.

En medio de lágrimas de dolor y decepción, de sentir culpa y pensar en qué se equivocó, en qué momento de sus vidas, sus caminos se fracturaron de esa manera, toma una hoja y un bolígrafo y empieza a escribir, sus ojos nublados por las lágrimas, su corazón roto en mil pedazos.

No sabe si han pasado minutos o tal vez horas, pero más tarde deja la carta en la primera gaveta del escritorio, al igual que su argolla de matrimonio, junto con la de Harry.

En vista de que aún no ha encontrado las llaves, sigue buscando. En la papelera que está sobre el escritorio, hay un sobre grande dirigido a él, lo toma, pero debajo hay otro a su nombre, y otro, y otro. Le parece extraño que si son para él se encuentren aquí. Abre el primero y lo que encuentra termina de hundirlo en la desesperación, la angustia y el dolor.