CAPITULO 8

79 6 35
                                    

Ya es jueves, y Harry, aún no ha decidido cómo abordar el tema con Louis. La noche de ayer, prefirió ir hasta la casa de su amigo Liam, para hablar con él y que le permitiera pernoctar ahí. No se sentía preparado para darle la cara a Louis, ni siquiera lo ha llamado, no sabe qué decir. El castaño obviamente no lo va a buscar y él lo sabe.

Cuando por fin se sincera con su amigo, lo primero que recibe es una reprimenda peor que la de su madre.

–¡Eres un idiota Harry! ¿En qué estabas pensando? ¡No, no! Perdón mi error, ¡no estabas pensando! ¡Porque eres un idiota! Eres mi amigo Harry, pero realmente eres un idiota.

–¿Crees que no lo sé? No eres el primero que me lo dice, yo mismo me lo he dicho mil veces. –A pesar de que está arrepentido también se le nota el enojo.

–¿Y entonces? ¿Qué piensas hacer?

–Intentar todo porque me permita hablar, ser honesto con él. Yo... no quiero perder mi hogar, Liam. Sé que me equivoqué, lo sé, pero... haré todo porque me perdone y me dé una oportunidad. Tengo derecho a una oportunidad ¿Verdad?

–No Harry, tú tuviste la oportunidad, la oportunidad de hacer las cosas bien, pero la cagaste. Te tiraste todo lo que tenías, no exijas nada ahora.

–¡Pensé que eras mi amigo! –Suelta enojado.

–¡Y lo soy! Pero el hecho de que sea tu amigo, no significa que esté de acuerdo con lo que hiciste, o que considere que está bien.

–¡No pues! ¡Con estos amigos! –Expresa con sarcasmo.

–¿Qué? ¿No me digas que esperas que yo esté de acuerdo contigo? ¡No Harry, eso nunca!

–Cometí un error Liam. ¡Un error! Tiene que saber reconocer que siempre fui un buen hombre, buen esposo y padre.

–¿Estás hablando en serio? ¿Si te estás escuchando? ¡Por favor Harry! Un error se comete una vez. Tú estuviste cometiendo errores durante casi un año. Esos no son errores, son decisiones que tomaste, porque no te importó Louis, ni sus sentimientos. Si no te hubiera encontrado, tú seguirías cometiendo errores. –Ya no puede aceptar que Harry se esté comportando con tal sinvergüencería.

–¡Pensé que me ayudarías! ¡No que me echarías en cara lo que te acabo de confesar!

–¡No Harry! ¡No estoy y nunca estaré de acuerdo con una infidelidad! ¡Jamás! Y ni se te ocurra echarle la culpa a Louis ¿Eh? ¡Porque soy capaz yo mismo de romperte los dientes!

–¡Oye! Eres mi amigo, ¡ayúdame!

–No puedo Harry, honestamente no puedo. Eso te corresponde a ti, y ruega a quien sea en quien creas que te ayude.

–¡Valiente amigo tengo yo!

–Porque soy tu amigo te lo digo. Piensa ¿Que habrías hecho tú, si la situación fuera al contrario?

–¡Pero no lo es Liam! Por favor, ayúdame, solo eso te pido.

–No puedo. Y aunque pudiera, tampoco lo haría. Sé lo que se siente, sé lo que es pasar por eso Harry. No me pidas que te ayude, porque no puedo. –Al decir esto sus ojos se ven tristes su rostro se torna sombrío.

–¿Por qué te afecta tanto? –Pregunta con cuidado al ver la actitud de su amigo.

–Porque me pasó Harry. Y el dolor y la decepción que se siente, no se los deseo a nadie.

Harry lo mira con el ceño fruncido. No tenía idea. Liam nunca se lo contó.

–¡Oh! Lo siento amigo, en serio.

YOU PROMISED ME FOREVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora