Chateu Miranda

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Quizá uno de los problemas mas grandes de Soobin siempre fue comprender lo que pasaba, lograr controlar lo que pensaba o sentía, Sana trató de enseñarle a controlar eso, no lo logró, Heeseung lo descubrió cuando lo primero que recibió al abrir la ...

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Quizá uno de los problemas mas grandes de Soobin siempre fue comprender lo que pasaba, lograr controlar lo que pensaba o sentía, Sana trató de enseñarle a controlar eso, no lo logró, Heeseung lo descubrió cuando lo primero que recibió al abrir la puerta de aquel sitio fue un golpe que casi lo deja en el suelo.

— Eres una maldita alimaña—  dijo con rabia, Heeseung se relamió los labios ensangrentados.

— ¿Qué te dijo? 

— ¿Lo reconoces no es así?

— Te dijo que... yo le prometí el cielo y las estrellas, que lo amaba y le decía que lo amaba —  Soobin simplemente trataba de controlarse —   se ofrecia miles de veces e incluso me siguió a Hawai para acosarme.

La ganas de matarlo de una vez lo consumían, su hermana que tanto lo amó sufría por su novio, Yeonjun pasó por tanto por su culpa, pero algo que regresó a su mente fue lo que Sana le decia siempre, siempre debía mantenerse bajo control.

— Yeonjun es un ofrecido, supongo que se comportó como la miel contigo y te hizo creer que era un ángel dulce y tierno, es una zorra disfrazada—  murmuró con malicia.

Soobin le tomó del cuello, estaba demasiado molesto por las acciones de aquel que su hermana amó y por el cual murió, si Sana no hubiera salido esa tarde al aeropuerto, si tan solo hubiera olvidado que Heeseung existía, por un solo día, por una sola vez, pero ella lo amaba, lo amaba y murió por él.

El sonido del teléfono de aquella oficina sonando le hizo distraerse, soltó el agarre cuando la contestadora comenzó sus funciones, ambos voltearon hacia la agitada voz que se escuchaba.

— Necesitamos refuerzos en la zona norte, entraron por la zona del hospital y son demasiados — decía la chica al otro lado de la linea.

Las alarmas se encendieron, el sonido inundaba todo el lugar alertando del ingreso de infectados a aquel sitio, Soobin miró a su alrededor con el sonido ensordecedor de las alarmas, luces rojas se veían por la ciudad alertando la emergencia, fue entonces que recordó algo demasiado importante.

Yeonjun estaba en el hospital dormido.

Salió de aquel lugar desesperado, bajó las escaleras casi cayendo por estas, llegó a la calle donde las personas corrían de aquí para allá, él hizo lo mismo pero en dirección al hospital, Yeonjun debía estar vivo, simplemente no podía dejar de pensar en ello.

— Si no lo hubiera dejado solo — se repetía desesperado.

Llegó por fin al edificio que llamaban hospital, notó las hordas correr hacia las personas, muchos se acercaban más a los sitios con luz, quizá la teoría de Taehyun de que no podían ver en la oscuridad era cierta, tomó un arma y subió lentamente entre la oscuridad de la noche, el primer piso estaba lleno de personas y la mayoría fueron masticadas, luego el segundo no lo estaba tanto.

Si nos conocieramos en otra vida Soojun /if we meet in another lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora