Cuando todo este mundo se acabó, cuando nada tenía sentido, nos encontramos tú y yo, tal vez en otra vida hubiera sido amor, ahora no sé si lo sea, el amor ha muerto al igual que la humanidad...
La infección llegó cuando todo parecía estar bien, cua...
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— Soobin, te prometo que volveré antes de lo que piensas ¿si?
— Pero... puedo ir contigo hermana.
— Solo iré a darle una sorpresa cariño — dijo ella.
Recuerdo el aroma de su cabello, el olor de su perfume que se impregnó en mis fosas nasales mientras dejaba un beso en mi frente.
La vi salir de la casa, supuse que no le costaría nada llegar al aeropuerto porque en esos días no había mucho tráfico en las calles, quizá por las nuevas carreteras que había hecho en la ciudad, ahora no entiendo para que eran si sabían que todo acabaría.
Revisé por décima vez la foto que tenía con nosotros, mis padres nos dejaron mudarnos a Estados unidos cuando ella comenzó la universidad, luego era mi turno y para ellos era lo mejor que estudiara fuera del país, en aquella foto estaba su novio, un profesor de secundaria que ella quería mucho, se conocieron cuando mi hermana se graduó y él parecía la mejor persona del mundo.
Al menos para ella porque para mí no era del todo grato, pero allí estábamos los tres, ella sentada al centro de nosotros dos con una sonrisa y el cabello recogido en una coleta portando un pantalón de mezclilla a juego con su camiseta y pendientes, a la derecha él con su cabello bien arreglado, una camisa informal azul y un pantalón corto acompañado por tenis, luego estaba yo del lado izquierdo con una sudadera negra, el pelo hecho un desastre porque recién me había levantado ese día.
Siempre odié abrir los ojos en la mañana.
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Desperté sobre su cuerpo, me aparté casi de inmediato, Yeonjun me patearía lejos si lo supiera, de estoy casi seguro, pero me dolía el costado, al ver hacia el lugar noté la mancha roja en este, quien sabe cuanta sangre he perdido, la debilidad está presente, pero Yeonjun tampoco está mejor, sus ojos están cerrados, creo que se ha desmayado y no sería extraño por el golpe, pero su pantalón está húmedo de sangre y eso no significa nada bueno.
Trato de moverme hasta que escucho voces un poco cerca, no sé quienes son, no sé si tengan buenas intenciones pero lo único en lo que puedo pensar es que a Yeonjun le va a pasar algo peor si sigue como está, necesitamos ayuda médica por fuerza.
— Puede que haya personas por aquí — es una chica, lo reconozco por su voz y el tono.
— Si están, son infectados ya, nadie sobrevive a una horda como la de anoche — replica otro.
— Pero...
Gritaba por ayuda, quizá ellos escuchasen, quizá no, al final no importaba lo que hicieran, si me asesinaban al menos supondría que lo matarán también, si nos ayudaban lo defendería cuando hicieran algo que no es correcto, no me agradaba pero a veces me provocaba una extraña sensación, eso tampoco me agradaba pero se sentía bien a pesar de ello.
